Sobre la ubicación de la nueva terminal de buses

Sobre la ubicación de la nueva terminal de buses

Walter Rico Orozco.- La controversia desatada respecto a la ubicación de la nueva Terminal de Buses, ante la falta de definición, obliga a encontrar los medios para exponer criterios que quizá puedan contribuir a encontrar la mejor opción.
Se trata de un equipamiento urbano que generará una dinámica importante y que por la expectativa desatada obliga a una respuesta a la altura de las circunstancias.
En una ciudad que definitivamente tiene una vocación turística por la calidad de su centro histórico, es hora de contribuir a fortalecer tal condición. Los edificios públicos que se han venido construyendo en las últimas décadas difícilmente podrán aportar a fortalecer esta vocación. Es lamentable ver las edificaciones públicas realizadas en el periodo histórico que nos toca vivir, difícilmente alguna, a futuro, podrá enriquecer el patrimonio turístico que fortalezca esta condición, como si nuestra generación no tendría nada que aportar.
La Universidad de San Francisco Xavier que cuenta con uno de los edificios públicos más representativos de la ciudad a una cuadra de la plaza principal más bella del país, ha desperdiciado la oportunidad de dejar un testimonio de nuestra generación, en un espacio privilegiado de la ciudad, La Madona, donde podemos ver edificaciones que nunca podrán ser parte de una postal para atraer al turismo y ni pensar sobre su aporte urbanístico, teniendo en cuenta que, detrás se tiene una de las zonas más cotizadas de la ciudad en el Barrio Petrolero y alrededores, a las cuales no ha tenido en cuenta.
La nueva terminal de buses no puede ser concebida como un elemento aislado, no solo debe cubrir una necesidad inmediata, en una ciudad de vocación turística, el visitante desde su llegada tiene que encontrarse con un hecho arquitectónico destacado en un entorno que lo conduzca a una ciudad verdaderamente turística que refleje los diferentes periodos de su historia.
Si asumimos el turismo como el principal potencial de la ciudad, no podemos localizar la nueva terminal de buses en un área aislada, distante del área urbana consolidada, ya que como dijimos es una necesidad inmediata, es en nuestra generación y las inmediatamente venideras en quienes debemos pensar y no dificultar su acceso, más aún si no se tienen vías que nos permitan acceder a zonas distantes. Ya los criterios preliminares consideraban la localización de la nueva terminal de buses sobre la Avenida de Circunvalación, una vía que está directamente conectada a la salida a Potosí, Oruro, La Paz y Tarija y también vinculada a la salida a las ciudades Santa Cruz y Cochabamba en las prolongaciones de esta misma vía, las cuales se pueden mejorar.
Se mencionaron muchas alternativas en esta área, en la que particularmente, coincido con quienes han visto que el predio de Aranjuez de propiedad del Manicomio Gregorio Pacheco como el específicamente más adecuado para emplazar la nueva Terminal de Buses de Sucre, no sólo por su amplitud y su localización sobre la Circunvalación sino también porque se trata de una zona en el sector más bajo de la ciudad por lo tanto el de mejor clima, aspecto muy importante si consideramos que nuestro clima es otro potencial que debe ser explotado como parte de esta vocación turística. En este sector se tienen espacios que pueden ser urbanizados aún, en zonas de fácil acceso al centro de la ciudad, en una ciudad rodeada de serranías, que dentro del municipio de Sucre el principal área de expansión se encuentra hacia la zona de Tucsupaya; precisamente de este sector parte una brecha o cuenca muy favorable para desarrollar nuevos asentamientos, que desemboca en el rio Quirpinchaca justamente junto a e este predio de Aranjuez, que con una vía alterna sobre la misma facilitaría la fluidez hacia la ruta a Ravelo que será la que nos conecte a La Paz y Oruro más directamente, descongestionando así la avenida Juana Azurduy de Padilla.
Si asumimos el turismo como nuestro principal potencial, este no solo tiene que ver con el patrimonio histórico, es también nuestro clima un gran potencial que debemos explotar a futuro, con el calentamiento global, las ciudades de Tarija y Cochabamba van dejando de ser climas templados sobre todo para pobladores del occidente. El municipio de Sucre si bien no tiene áreas de expansión que fortalezcan este carácter, está ligado directamente con el municipio de Yotala, zona de clima mejor aún, hacia donde se puede crear las condiciones para desarrollar la metrópoli urbana, tanto por el sector de El Tejar como por el de Azari y Ckochis. El nuevo aeropuerto de Alcantarí, amplía el panorama hacia Yamparáez como parte de la futura metrópoli sucrense, donde debería pensarse en un área industrial de gran envergadura, a futuro, de donde no llegue la contaminación a la ciudad.
Del sector de la Avenida de circunvalación se puede conectar directamente al centro de la ciudad a través del Barrio de Quirpinchaca con una amplia avenida, conectando con las calles Rosendo Villa y Kilometro 7 al centro de la ciudad, valorizando este barrio actualmente deprimido a pesar de su cercanía a la zona del Parque Bolívar, la mejor de Sucre, a la vez de ser la salida hacia las zonas más favorables de expansión, a lo largo del Quirpinchaca y afluentes, es decir, hacia Yotala donde sucrenses visionarios vienen ya desarrollando inversiones que merecen apoyo.
El tema de la Terminal de Buses que sirva para ver la ciudad del futuro, en la que el turista también valore el aporte de diferentes periodos de su historia y que permita a las nuevas generaciones visualizar la nueva ciudad de Sucre para invertir adecuadamente sus recursos y consolidar una ciudad promisoria. El tema no tiene que ver con distritos u organizaciones sociales, ni siquiera jurisdicciones municipales, es el conjunto de la población la que cuenta, el conglomerado urbano; es una responsabilidad histórica,
La nueva Terminal de Buses no puede estar aislada del actual centro urbano porque debe ser parte del rol turístico de la ciudad actual, ser accesible a la población actual, responder a un proceso de proyección de la nueva metrópoli sucrense, en la que seamos capaces de ir fortaleciendo el potencial turístico, verdadera vocación de la ciudad.