Blindaje de empresas estatales

Blindaje de empresas estatales

Álvaro Ríos Roca.- El debate sobre si tener o no empresas estatales ha estado siempre latente. En América Latina existe un sentimiento muy fuerte a mantenerlas, principalmente en sectores estratégicos como la energía. La realidad nos muestra que la totalidad de los países de la región Latinoamericana tiene empresas estatales de hidrocarburos, exista o no recursos bajo la tierra. La última en adherirse fue Argentina con la toma de las acciones de Repsol en YPF.
La decisión de tenerlas o no, es un debate interno que cada país debe sobrellevar y posteriormente decidir muy soberanamente. Empero, lo más aconsejable, si se decide crearlas, mantenerlas y/o fortalecerlas, es que se las blinde del poder político de turno. Blindarlas totalmente, labor casi imposible, pero es mejor intentar un fuerte blindaje que no tener nada de blindaje.
La historia se repite en nuestra región y una gran cantidad de Gobiernos a través de los años han utilizado a estas empresas estratégicas para: 1) Fuente de empleo para sus allegados políticos y parentela, 2) Hacerlas subsidiar y ganar votos vía populismo, 3) Forzarlas a invertir en proyectos nada rentables y visibles, en un afán netamente electoralista y/o para mantenerse en el poder, 4) Utilizarlas para campañas electorales, 5) Etc., etc.
Lo anterior, definitivamente las torna en empresas no competitivas, las deja sin un gobierno corporativo, sin gestión y con magros resultados a la postre. Las arcas del Estado luego deben ir a socorrerlas y/o se las debe privatizar o vender, las mas de las veces a precio de gallina muerta.
Cuando estas empresas están fuertemente blindadas del poder político y se las deja actuar como empresas independientes, con buen gobierno corporativo, tienen alto valor para los países. Por ejemplo, pueden romper acuerdos de control de precios y mercado que muchas veces pacta el sector privado. Puede estudiar proyectos estratégicos para el país y apoyar en decisiones a muy frágiles Ministerios (GNL en Chile), puede participar en proyectos que considere rentables, allí donde los privados no deseen participar, etc., etc.
La experiencia internacional y regional señala que es posible trabajar en un substancial blindaje a estas empresas del poder político, y tornarlas exitosas y hasta internacionalizarlas. Lo ocurrido con empresas chinas, de Europa y algunas de América Latina presentan varias de las siguientes características que son comunes.
Los directorios de estas empresas están compuestos por miembros estatales e independientes (Colegio de Ingenieros, etc.) y los requisitos profesionales y responsabilidades claramente establecidos. Mejores resultados se observan cuando los independientes son mayoría en los directorios. Este directorio, a su vez, debe elegir al presidente de la empresa. Es decir otorgarle un gobierno corporativo que no responda a los designios y caprichos del poder político o de los mandamases de turno.
Nos gustaría acotar la respuesta del Ministro de Energía de Colombia, que ante una pregunta de los medios de comunicación si Ecopetrol seguiría invirtiendo internacionalmente, contestó muy claramente, que Ecopetrol no era de su propiedad y que esa decisión estaba en manos del Presidente de la empresa y de su directorio.
El rol de estas empresas no debe ser de carácter social (no se las puede hacer subsidiar) y su contribución al Estado debe ser a través del pago de dividendos e impuestos. Pueden también tener la característica estratégica (en casos muy necesarios) descrita más arriba para apoyar a los Ministerios de Energía. No deben pedir permiso a los Gobiernos de turno para comprar, vender, asociarse y/o participar en los negocios (asociarse en las diferentes actividades al capital privado e internacional es también un tipo de blindaje)
Se las debe sacar de las amarras del Estado en cuanto a contrataciones y procesos de adquisiciones, fusiones o asociaciones para que se torne competitiva y dinámica. Se las debe estructurar de manera que pueda levantar capital nacional e internacional (esto también es un tipo de blindaje). Se debe dejar que las empresas en función de sus objetivos, logros y competitividad de mercado remuneren los salarios de su planta directiva, gerencial, profesional y técnica.
Hay mucho más pero el espacio es insuficiente. Resumiendo, las empresas que sigan este norte tendrán larga y exitosa vida. Las que no lo hagan correrán a los Ministerios a pedir recursos y o serán privatizadas tarde o temprano. Los ejemplos exitosos están a la vista y hay que tomarlos en cuenta.