LA NOTICIA DE PERFIL

Un avión para Quillacollo

Paulovich.- El glorioso 16 de julio yo debí haber pedido un avión para el Gobernador del Departamento de La Paz y otro más pequeño para el Alcalde de La Paz y sin pecar de grosería, otrito más para el señor patana (Alcalde de El Alto) condenado a viajar siempre “a pata” haciendo honor a su apellido, pero no lo hice porque me encuentraba lejos de mi tierra, vale decir en Quillacollo.
Todo esto viene a cuento de la decisión gubernamental de adquirir inmediatamente y sin convocar a propuestas varios aviones de lujo destinados al traslado de altísimos funcionarios por cielos nacionales y extranjeros al módico precio de doce millones de dólares, hecho que ha despertado la envidia de quienes no recibiremos ni un “taparacu”, como sucederá con mi comadre Macacha, natural de Quillacollo y su compadre, nacido en esta ínclita ciudad, aunque hoy resido en la villa de mi adinerada pariente espiritual.
Como quise ganarme los favores de la cholita enriquecida y generosa le sugerí que el gobierno actual no había procedido con justicia en el reparto de los aviones que adquirió pues todos se quedarán en La Paz para servir a Evo, Alvarito García Linera y otros afortunados funcionarios, olvidando la importancia que tiene Quillacollo, su Alcalde y sobre todo su ciudadana más rica y poderosa que es mi comadre la señora Macacha viuda de Racacha.
La cholita cochabambina me escuchó con atención y me dijo: “Tengo la impresión, querido compadrituy, de que el Presidente Evo y sus Ministros creen que todos los bolivianos somos “levudos” por no decirle otra cosa más hiriente que también termina en “udos” y que no imaginarías nunca que tales aviones servirán para la campaña electoral que va en pos de la re-re-re-reelección, del actual mandatario”
Como su fiel seguidor aplaudí su interpretación del caso de los aviones, y como soy su principal “llunku” le aseguré que ella es la cochabambina más inteligente entre todos los cochabambinos juntos.
Ella mantuvo su frialdad ante mis alabanzas y me pidió que la ayudara en la culminación de su campaña para obtener uno de los aviones adquiridos para el uso del Alcalde de Quillacollo cuya vida es tan valiosa como la del Presidente Evo, su Vicepresidente Alvarito (recientemente matrimoniado) y todos los afortunados que ahora gozarán del privilegio de contar con un avión en la puerta de sus casas, además de varios automóviles que ahora estarán destinados al uso de misiones de poca importancia.
Ojalá que en esta repartija de aviones, Quillacollo obtenga un avioncito para la felicidad de todos.