ENERGÍA E HIDROCARBUROS

Gas natural: Rusia y nosotros

Carlos Miranda Pacheco.- Del 1 al 2 de julio pasado, se celebró en Moscú una reunión del Foro de los Países Exportadores de Gas (FPEG). Hasta la fecha no ha trascendido ninguna novedad importante sobre la industria gasífera. Eso no es de extrañarse. La FPEG; creada en Teherán el año 2001; conformada por Argelia, Bolivia, Brunei, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Indonesia, Irán, Libia, Malasia, Nigeria, Omán, Catar, Rusia, Trinidad y Tobago y Venezuela; como observadores: Holanda, Irak, Kazajstan y Noruega; es una agrupación que todavía no encuentra un rumbo definido. A los pocos años de su creación, llegó a la convicción de que no podía ser una especie de “OPEP del gas”. Desde ese momento, el pelaje de la piel de la organización perdió su brillo y se le cayeron los colmillos.
Es una organización de coordinación, consulta y estudios sobre los diferentes aspectos de la industria gasífera. No cuenta con secretaría permanente. Actualmente es desempeñada por Rusia en Moscú. Eso explica en parte la participación del Sr. Putin, presidente de la Federación Rusa, al invitar a jefes de Estado a la reunión del FPEG. La razón de peso es que Rusia está en discusiones muy difíciles con la Unión Europea, su mayor comprador, pero a la vez un cliente difícil. No oculta su incomodidad de depender tanto de la provisión energética rusa. Ha acusado a Gazprom, la exportadora rusa de gas, de un manejo irregular de precios, obligándola a devolver más de 2.000 millones de euros. Este año, las ventas han disminuido. La UE está reemplazando gas ruso con LNG y además importando carbón norteamericano. Finalmente, la UE está con un programa para revisar contratos y condiciones de suministro pactadas.
Rusia no puede aceptar lo anterior. Geopolíticamente sería una gran derrota no recuperar para Rusia un rol protagónico mundial vía provisión de gas natural. Ha invertido mucho tiempo y dinero con ese fin.
Con esos antecedentes, le caía a Putin como anillo al dedo una declaración favorable de la FPEG mostrando una especie de liderato en la FPEG. Nuestro Mandatario se ha sumado a la posición de Putin y ha logrado el compromiso de que Gazprom firme su contrato y además que Rosneft, la petrolera rusa, visite el país para investigar posibilidades de inversión.
Nuestra relación petrolera con Rusia data de cuando era Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. A pedido nuestro, una misión científica rusa visitó el país para evaluar las posibilidades petroleras del Altiplano. Después de un meticuloso periodo de estudios, la misión emitió sus resultados en un informe con tres grandes criterios. Potencialmente el Altiplano es un área petrolera, estructuralmente complicada y señalan el Altiplano Sur como el área más probable.
Posteriormente, el 2003 se hizo presente Gazprom. El Gobierno puso a disposición de esta empresa toda la información disponible y le comisionó elaborar el Plan de Desarrollo de la Industria Petrolera Nacional. La compañía entregó su informe a YPFB. No se conocen sus resultados. La aparición de Gazprom en Bolivia fue casi sorpresiva, pero no tan inocente. Gazprom se presentó cuando existían dos proyectos de LNG con la Costa del Pacífico de EEUU como mercado. El boliviano en la costa chilena y el ruso en Sakhalin. El naufragio del proyecto boliviano es conocido por todos.
De todas maneras, Gazprom se quedó en el país. Sin mucha fe ni alegría se entregó a la burocracia boliviana para firmar un contrato de exploración. Ahora asociada con Total parece que será realidad después de cinco años de tramitación. Volviendo a la reunión de la FPEG. La noticia de que la empresa petrolera rusa Rosneft enviará una misión al país ha sido opacada por las noticias del retorno de la nave presidencial.
Inversión petrolera rusa en exploración es improbable. Pero el viaje ha sido un éxito político sin precedentes para Evo Morales. Ahora todo el mundo conoce al Presidente boliviano. Increíble, pero por segunda vez la diplomacia norteamericana actúa como su mejor agencia electoral. Esta vez para su reelección el 2014.