RAÍCES Y ANTENAS
¿Bolivia se desacopló de América Latina?
¿Bolivia se desacopló de América Latina?
Gonzalo Chavez A..- La semana que termina la Comisión Económica para América Latina (Cepal) ha presentado su informe anual. En el 2013, la región crecerá tan sólo al 3% mostrando que el producto avanza pero con freno de mano. Cabe recordar que antes de la crisis del 2008, el crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) entre el 2004 y 2007 fue de 5.3%. En el año que transcurre, el desempeño boliviano será muy superior al promedio latinoamericano, se estima un crecimiento de 5.5%. Este artículo tiene un doble objetivo. 1) Entender las causas del desaceleramiento de la economía de los vecinos y 2) analizar si el buen desempeño boliviano tiene vida propia o en algún momento seguirá la tendencia latinoamericana a la baja.
El frenazo de la región se explica por bajo dinamismo de Brasil y México, pero su origen último está en el languidecimiento económico de los países desarrollados y el menor crecimiento de las economías emergentes como China e India. Europa, excepto la prima rica Alemania, aún no sale del pozo recesivo. Las políticas macroeconómicas restrictivas, patrocinadas por el FMI y el gobierno de Angela Merkel, intentan resolver, sin éxito, problemas fiscales y de endeudamiento. La Eurozona registrará un decrecimiento de - 0.4% en el 2013. La recuperación económica de Estados Unidos es débil y no parece sostenible. Además persiste el peligro del abismo fiscal (los norteamericanos están muy cerca de sus límites de endeudamiento y persisten los excesos de gastos públicos). En el 2013, la economía estadounidense no pasará del 1.8%. Finalmente y no por eso menos importante, la economía China ha perdido su velocidad de crucero. Este año, el crecimiento del producto, con suerte, llegará al 7%. Pero los problemas no están tan solo en el cambio del contexto externo, la Cepal apunta también a temas más de fondo que explican la vuelta a un crecimiento lento y bajo, como: 1) la excesiva vulnerabilidad del sector externo de la región por la dependencia de los recursos naturales (minerales y energía sobre todo). A los primeros atisbos de un deterioro de los términos de intercambio (reducción de precios de las exportaciones), el producto se desacelera. 2) Un crecimiento económico con pies de barro, demasiado dependiente de una burbuja de consumo de corto plazo vinculada a la renta de los recursos naturales. 3) Una inversión procíclica al crecimiento, es decir se invierte solamente en los sectores que crecen, por ejemplo minerales, entonces, si se derrumba el sector, el flujo financiero de inversión a la minería también se detiene bruscamente. 4) Baja inversión en diversificación productiva. En los tiempos de bonanza no se creó un colchón estructural vía industrialización. 5) Si bien la inversión pública a aumentado en América Latina, es insuficiente y no apostó a la infraestructura de calidad. 6) Un viejo problema de la región es la inadecuada capacitación de la mano de obra y la baja productividad de los factores de producción. En suma, según la Cepal, la menor tasa de crecimiento para región se explica por el deterioro del contexto externo y tanto por los viejos como por los nuevos problemas estructurales de América Latina.
Como señalado, en el 2013, Bolivia crecerá al 5.5%, valor muy por encima de las tendencias de la región. ¿Esto significa que hay desacoplamiento de la economía nacional de los vecinos? ¿Algo nuevo está pasando en el país? ¿Encontramos una nueva formula de desarrollo? Lamento contrariar al narcisismo macroeconómico del poder, pero la respuesta a las anteriores interrogantes es negativa. No hay nada nuevo bajo el luminoso sol del proceso de cambio. El buen desempeño económico no es sostenible, porque dependen demasiado de las exportaciones de gas natural, cuyos precios aún se mantienen elevados. Entre tanto, ya se avizoran nubarrones negros en las ventas de los minerales al mercado mundial. Los precios de la plata y estaño han bajado significativamente. Y si bien las inversiones extranjeras directas han aumentado, en Bolivia, están muy lejos de los padrones latinoamericanos y no podrían compensar la caída de los precios de las materias primas. Ahora bien, si se hace un chequeo de los seis puntos que explican el deterioro estructural de la tasa de crecimiento en América Latina en el 2013 y años anteriores, se constatará que todos los cuellos de botella señalados por la Cepal. se aplican, al caso boliviano, como anillo al dedo pero agravados, por el hecho de ser una economía pequeña. A donde va América Latina, Bolivia la seguirá, es sólo cuestión de tiempo porque nuestro perfil externo y estructura productiva es similar e inclusive más vulnerable. Somos una economía primario exportadora de libro texto y esto no ha cambiado. Ahora bien, frente a la inexorabilidad del deterioro externo y sus consecuencias, desde el árbol del poder se aduce que ahora será diferente porque el motor de la demanda interna estaría activado, lo cual es cierto, pero cabe recordar que la gasolina que mueve al consumo público y privado también proviene, en gran medida, de los ingresos que vienen del exterior. Así que con calma no más con la sacada del pechito sobre el desempeño económico de este año, que los santos de este milagro de corto plazo son fletados.
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