EDITORIAL

Una reunión de gabinete crucial

Una reunión de gabinete crucial

Los ministros deben elegir entre convertirse en los reconductores del Censo o en la chispa que encienda un polvorín. El país los estará observando

Si se confirman las informaciones, hoy el presidente del Estado se reunirá con su gabinete de ministros para recibir y analizar los resultados oficiales del Censo de Población y Vivienda que se realizó en noviembre del pasado año, y decidir cuándo esos resultados serán dados a conocer.
Los dignatarios que deberán adoptar esa decisión deben estar conscientes de que se trata de decisiones muy delicadas que, mal adoptadas, pueden provocar serios conflictos que atenten incluso a la unidad del país y la legitimidad del gobierno. Desde ya, desde las esferas del oficialismo se han cometido tantos y tan groseros errores que la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística (INE) está seriamente cuestionada. Por eso es que la información censal, que tradicionalmente era entregada por esa entidad en los plazos previstos, ahora tiene que pasar por el tamiz del gabinete que tiene en sus manos avalar esa información o instruir su mejor procesamiento. En ambos casos, empero, los ministros deben estar conscientes de que su última decisión marcará la agenda de las regiones y sus organizaciones representativas.
Hay que insistir en que una característica en esta gestión es el hermetismo sobre la información pública, actitud que provoca desconfianza en la ciudadanía, como sucede en la mayoría de los países de la ALBA y Argentina, que han convertido las estadísticas no en insumos para el buen gobierno y la administración, sino para la propaganda. Por tanto, si las estadísticas que elaboran sus entidades especializadas no responden a las expectativas de los gobernantes, no se cambian las políticas sino que se manipulan los números.
Si bien es de esperar que en el país no suceda esto, la errática conducción del INE en la realización del Censo (en sus tres etapas: las correspondientes a la preparación del censo; el proceso de levantamiento de datos, y su procesamiento) ha provocado susceptibilidades que han sido públicamente ventiladas sin que, al parecer, las autoridades comprendan el peligro que significa, dada las importancia que estos datos tendrán en los campos de la representación política, la redistribución de los recursos y las relaciones interculturales, que éstos no reflejen la realidad sino los inmediatos intereses de orden político-ideológico.
Desde ya, corresponde advertir que las entidades representativas de Santa Cruz –entre las que probablemente, dadas las implicaciones económicas de los datos, se puede incluir también a organizaciones afines al partido de gobierno o el autodenominado proceso de cambio— se encuentran en vigilia esperando esos resultados. De igual manera, es posible prever que los departamentos deprimidos comenzarán a movilizarse para mantener iguales recursos económicos y representantes políticos (cuando, en realidad, en ambos campos debe haber una reducción), de la misma manera que los departamentos que hayan crecido exigirán más dinero y más bancadas.
En definitiva, en la reunión de gabinete que se realizará hoy sus miembros se enfrentarán ante la disyuntiva de convertirse en los reconductores del Censo para que las estadísticas que se publiquen sirvan al desarrollo del país y su unidad, o en la chispa en medio de un polvorín. Esta es la importancia del gabinete de la fecha.