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¿Guerra en los cuarteles?

¿Guerra en los cuarteles?

Rodolfo Mier Luzio.- "En el mes que finaliza, se registraron dos muertes por arma de fuego, el primero ocurrió el 18 de julio en Santa Cruz, donde el cadete de cuarto año del Colegio Militar de Aviación (Colmilav) Wildo Daniel Delgado (22) perdió la vida por dos disparos de bala realizados por su camarada Álvaro Villegas. El 22 de julio se registró el segundo hecho, cuando el soldado Henry Molina Rodríguez (19) perdió la vida, supuestamente, por una mala manipulación de un arma en el interior del Batallón de la Policía Militar Naval de Cochabamba. Con la muerte última del conscripto Churata suman ocho personas que fallecieron al interior de un cuartel. Los subtenientes Gróver Poma (2011) y Ceoly Espinal (2012) murieron en un centro de formación de oficiales (Sanandita, Tarija); un soldado falleció en Trinidad, quien fue hallado en una fábrica de tejas; y otro, en Riberalta, cuando cayó de un techo de una casa, además de la enfermera Janeth Vargas en ambientes del Estado Mayor de la ciudad de La Paz”.
Así registró la prensa nacional estos hechos que preocupan a la ciudadanía. Tal cantidad de muertes, siguen un patrón que tendría que llevar a las autoridades castrenses a optimizar la práctica de instrucción militar en los cuarteles. Todos estos hechos llevan a pensar que existen serias deficiencias en la enseñanza del manejo de armas durante las sesiones de instrucción que se imparte en los cuarteles.
Quienes están a cargo de impartir instrucción militar, al parecer, por los acontecimientos suscitados, no están capacitados debidamente para ser instructores militares o existe una clara negligencia de conscriptos, clases y hasta oficiales de nuestro ejército en lo relacionado al manejo de armas de guerra. Cualquiera que haya hecho su servicio militar conoce el cuidado que se debe tener a tiempo de manipular las armas: mantener el arma siempre con el dispositivo de seguridad activado; no pasar las armas con el cañón apuntando a las personas, sino siempre con el cañón hacia arriba; cerciorarse que no estén cargadas...En fin, estas vienen a ser normas básicas que el conscripto, el cadete, el clase, y más aún, el oficial tienen obligación de conocer.
Ocho muertes en los cuarteles, es una cifra muy alta y preocupante. Por eso, las investigaciones sobre estos hechos deben ser exhaustivas; las mismas deben aclarar estas muertes y establecer la responsabilidad de los autores.
Estos hechos no se los puede tomar a la ligera y como fruto de “accidentes” suscitados. El Ministerio de Defensa y el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas de nuestro Estado, deberían tomar cartas en el asunto. Una vida es valiosa y doblemente valiosa si la víctima es joven. El manifestar que “se está investigando” no basta. Hay que hacerlo efectiva y seriamente.
Ese dicho popular de “guerra sin cuartel”, en el último tiempo puede haber cambiado a “guerra en los cuarteles”. En las guerras se muere y los que fallecieron en los cuarteles son muchos.
Por lo menos...esa es mi opinión.