BUSCANDO LA VERDAD

¿Crecer al 7%? ¡Sí se puede!

¿Crecer al 7%? ¡Sí se puede!

Gary Antonio Rodríguez Álvarez.- El presidente Morales expresó hace poco su esperanza de que el PIB boliviano alcance este año un inédito crecimiento del 7 por ciento para lo cual “pidió a los expertos en economía y sectores sociales debatir y sugerir las medidas que se deben aplicar para alcanzar esta meta” (“La Razón”, 18 de junio de 2013). Dijo esto luego de que en el primer trimestre del 2013 Bolivia registrara un crecimiento del 6.04 por ciento al impulso del sector de hidrocarburos, finanzas, transporte y construcción.
Comparto ese buen deseo y, mucho más, esta reflexión del Primer Mandatario: “En el momento en que tengamos políticas claras en temas de inversión en la parte productiva, con proyectos para que el crecimiento sea sostenible entre el 6 y 7 por ciento será un país viable que dará muchas esperanzas a las futuras generaciones” (Ibídem).
De hecho, conozco un país que hizo eso y su PIB creció al 7 por ciento en promedio entre el 2005 y 2012. Luego de enfrentar una terrible combinación de crisis económica y terrorismo en los años 80, aquel país implementó profundas transformaciones de orden infra, meso y super estructural hasta llevar su PIB a 195.000 millones de dólares en el 2012, siendo su expectativa llegar a 268.000 millones el 2016. De hecho, su economía hoy en día es la séptima más importante en América Latina.
¿Cómo hizo para crecer tanto en tan poco tiempo? Primero, garantizó la estabilidad política y social. Segundo, implementó reglas de juego claras y previsibles de largo plazo. Y, garantizó mercados para hacer negocios. En vez de espantar capitales se esmeró por atraerlos y conquistarlos, logrando captar la friolera de 12.000 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa el pasado año.
Sin dejar de defender su mercado interno optó por un pragmático regionalismo abierto y se integró al mundo a través de una inteligente apertura, suscribiendo 18 acuerdos comerciales con potencias como EEUU, la Unión Europea y China, entre otros. Gracias a ello, sus productores e inversionistas extranjeros cuentan hoy con acceso preferencial a un mercado que abarca al 40 por ciento de la población mundial, llevando a sus exportaciones a los 46.000 millones de dólares el 2012 generando muchísimos empleos de calidad.
Respecto al imponente despegue económico de este país desde la década pasada, de ninguna forma cabe dolerse de su éxito, sino todo lo contrario. Reconocer los sobresalientes resultados consumados en favor de su población durante tantos años e imitar su ejemplo, es lo que corresponde. El país del que hablo es la República del Perú.


El autor es economista, mágister en Comercio Internacional