Los estudiantiles no pararon sus entrenamientos por las fiestas patrias; ayer trabajaron en El Bosquecillo de Fancesa.

Habilitaciones se dejan esperar en la U

Eddy Veizaga / CORREO DEL SUR

Para enfrentar este domingo a Wilstermann, por la segunda fecha del Torneo Apertura de la Liga, el técnico de Universitario, Javier Vega, aguarda que la dirigencia logre habilitar a los jugadores que no pudieron ser utilizados en el debut del campeonato.
Para el partido frente a The Strongest, el pasado domingo, el estratega capitalino no pudo echar mano del volante Diego Rivero y de los delanteros Gustavo Pinedo y Ezequiel Gaviglio, quienes no fueron habilitados hasta último momento.
Esta situación impidió a Vega tener mayores opciones de cambio en dicho partido, ya que los tres jugadores formaron parte de la delegación que se ausentó a La Paz.
Sin embargo, ayer se tuvo gratas noticias con relación a este tema, ya que los nacionales Rivero y Pinedo ya cuentan con los papeles al día para debutar con la camiseta de Universitario; empero, aún se aguarda el transfer de Gaviglio.
“Necesitamos que todos estén habilitados para tener equipo completo y entrenar con el plantel que va a jugar el domingo”, manifestó el técnico.
Informó que el pase del atacante rioplatense se encuentra en la Liga Posadas, de Argentina, y que se aguarda que los papeles lleguen a Bolivia hasta este jueves, de manera tal que pueda ser incluido en los planes del técnico para el lance frente a los “aviadores”.


LA PRÁCTICA
A pesar de las festividades de la Patria, el plantel estudiantil entrenó con normalidad; ayer trabajó en un solo turno, lo hizo en la cancha del complejo deportivo El Bosquecillo, donde el cuerpo técnico ordenó una labor técnica, acompañada de fútbol en espacio reducido.
Para hoy, miércoles, el plantel dividirá su trabajo en dos turnos: por la mañana en la cancha de césped sintético de Garcilazo (9:30) y por la tarde en el estadio Patria (15:30).


COMPLETOS
Tras el choque del fin de semana en La Paz, el informe del cuerpo médico fue favorable. El doctor Antonio Fuertes explicó que ningún jugador sufrió golpes de gravedad.