La celebración de los paraguayos tras anotar uno de los cuatro tantos ante la tristeza de los orientistas; abajo, la Policía intentó controlar los disturbios en las graderías.
La celebración de los paraguayos tras anotar uno de los cuatro tantos ante la tristeza de los orientistas; abajo, la Policía intentó controlar los disturbios en las graderías.


COPA A Real Potosí, Blooming y The Strongest se sumó Oriente, que cayó 1-4 ante Guaraní

La última vergüenza

La última vergüenza

Santa Cruz / El Deber

No hubo milagro. Oriente no fue el sobreviviente que sus hinchas esperaban. El 1-4 de anoche en el Tahuichi que le aplicó Guaraní, fue lapidario para dejar a los de Roberto Pompei fuera de la Copa Sudamericana 2013. Sin fútbol, sin dinámica, superados en velocidad, precisión y técnica, los albiverdes tuvieron que bajar la cabeza y sumirse tristes en el túnel en el que ya estaban Real Potosí, Blooming y The Strongest.
Guaraní dio una lección de nivel, estrujándole a Oriente en la cara la distancia atlética que existe entre países. Era sabido que pese al 0-0 de la ida en Asunción el duelo no estaba cerrado porque Santa Cruz no otorga ventaja de altura y fue por eso que la visita vino y planteó un partido de igual a igual y lo acabó cerrando siendo contundente con jugadores como Iván González y Federico Santander.
Lo de Oriente se resumió en un nivel demasiado pobre, con volantes imprecisos, porque Danny Bejarano y Pedro Azogue quitan bien pero fallan en la entrega, y además, Matías Córdoba sigue sin generar el volumen de juego que se espera. En ofensiva no hay cuerpo; Hugo Bargas deambula y Julián di Cosmo no agarra una.
Guaraní fue superior en los dos tiempos penetrando sobre todo por izquierda con Iván y Derlis González y ayudado por Santander. El “9” paraguayo se encargó de marcar el 1-0 a los 33’ luego de rematar al palo derecho de Carlos Arias una pelota que le vino cruzada desde la derecha. Era el principio del fin para Oriente que cinco minutos después volvió a recibir otro mazazo: pésima salida de Arias tras centro de Gonzáles, y Santander sin saltar demasiado conectó de cabeza el 2-0.
Para el complemento, Pompei estaba obligado a realizar variantes para buscar la remontada heroica y fue por eso que incluyó a Yasmani Duk, de gran despliegue para apoyar y para pelear casi todas las pelotas que cayeron al área. Y el equipo comenzó a apretar, primero con un centro de Díaz que definió mal Di Cosmo (metió el hombro) y luego con un remate de lejos de Danny Bejarano que acabó en un córner. La insistencia tuvo su premio a los 54’ cuando Hoyos, bajo e impreciso como el resto, remató un centro al área y la pelota se le escurrió de las manos al arquero para lograr el descuento. El gol levantó al estadio y el equipo, pese al desorden, se lanzó con todo en busca del empate.
Los hinchas se entusiasmaron y el empuje generó un contragolpe de Bejarano que le cedió la pelota a Díaz y el zurdo volante levantó perfecto hacia el palo derecho de Aurrecochea, pero de nuevo Di Cosmo (58’), definió mal.
Pese al descontrol, Guaraní fue saliendo del pozo de a poco y el gran trabajo de su veloz mediocampo con Paniagua y Mendoza como puntales, originó una jugada que hizo contener la respiración a los locales. El tercero de la visita estaba cerca. Llegó a los 67’ a través de Derlis González que sepultó las ilusiones de intentar la heroica. En medio del festejo paraguayo el público comenzó a abandonar el estadio, mientras otro grupo de hinchas (ver nota del costado) apostado en la tribuna celeste, intentaba quitarle un trapo a los aficionados paraguayos originando un momento de tensión mientras la Policía permanecía dentro del escenario y no podía dirigirse a las tribunas a calmar los ánimos.
En ese instante el duelo quedó liquidado y lo que luego hizo Jorge Benítez (92’) con el 4-1 de cabeza, fue simplemente ponerle la cereza a la torta. No hubo discusión, el nivel de uno y otro equipo quedó expuesto.

El bochorno

Era el minuto 77 del partido, Oriente ya perdía (3-1) ante Guaraní y en las tribunas del Tahuichi la impotencia se apoderaba de los seguidores del equipo albiverde, que enceguecidos por la furia se fueron en contra de los pocos, pero bulliciosos hinchas paraguayos que se hacían sentir en la tribuna este (la que ocupa Blooming) con cánticos y arengas en favor de Guaraní.
La rabia se encendió como pólvora generando que fanáticos de ambos clubes se agarraran a golpes ante la tardía reacción de la Policía. En el intento por detener la gresca, los agentes lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los revoltosos logrando de manera efectiva su cometido, aunque en el camino decenas de personas (incluyendo niños) que nada tenían que ver en los actos de violencia, sufrieron los efectos de los agentes químicos que fueron lanzados. El Deber

Roberto Pompei

Entrenador de Oriente
Asumo la responsabilidad y no voy a renunciar a no ser que la dirigencia diga lo contrario”.