Carmelo Flores Laura
Carmelo Flores Laura

TIENE 123 AÑOS; EN EL GUINNESS, FIGURA UNA DE 115

El hombre más longevo del mundo vive en Bolivia

El hombre más longevo del mundo vive en Bolivia

Carmelo Flores Laura cumplió 123 años el 16 de julio, es aymara y vive en la comunidad de Frasquía, a dos horas de caminata de Warisata, el pueblo más cercano, distante a su vez a 80 kilómetros de La Paz.
El Registro Cívico del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia dijo a The Associated Press que Flores es el hombre más longevo del país y que sus documentos son válidos. Según el Libro Guinness de Récords, la persona viva más vieja del mundo es la japonesa Misao Okawa, de 115 años, mientras que la persona más longeva de la historia fue la francesa Jeanne Calment, que murió en 1997 a los 122 años y 164 días.
Carmelo comió toda su vida alimentos naturales que él mismo cultivó al pie de los nevados. “Estoy andando así nomás, solito ando con los animales (por el cerro). No comía ni fideo, ni arroz, sólo cebada; cultivaba papa, habas... ahora hay todo para comer”, dijo Flores a la AP. A veces siente dolor de cabeza y estómago, sobre todo cuando come fideos, yrecuerda haber consultado un médico en su juventud.
Tuvo tres hijos, de los cuales sólo vive el menor Cecilio, de 67 años; tiene 40 nietos y 19 bisnietos, pero la familia se halla dispersa, dijo a la AP su nieto Edwin Flores, de 27 años, albañil y agricultor y el único que vive con el anciano, junto a dos hijos suyos.
El registro biométrico del padrón nacional dice que Flores nació el 16 de julio de 1890 y que es analfabeto. No habla español, sólo aymara, pero su voz es firme. El director del Registro Cívico, Eugenio Condori, dijo a la AP que el Registro Civil se creó en 1940 y que todas las personas nacidas antes se registraron con certificados de bautizo otorgados por el templo católico del poblado más cerca. Para validar ese certificado, el Registro Cívil solicita el testimonio de dos testigos. “Para el Estado ese certificado de bautizo es válido porque en esos tiempos eran los curas que los otorgaban y eran personas letradas”, dijo Condori. Oxígeno