IMPARABLE. La ola de violencia que estalló en Egipto esta semana parece no tener una salida inmediata.
IMPARABLE. La ola de violencia que estalló en Egipto esta semana parece no tener una salida inmediata.

CONTINÚA LA VIOLENCIA POLÍTICA EN EGIPTO

Policía desaloja mezquita donde estaban islamistas

Policía desaloja mezquita donde estaban islamistas

El operativo estuvo precedido de un intenso tiroteo en el lugar

El Cairo/EFE

Equipos especiales de la policía egipcia desalojaron ayer en una violenta operación la mezquita del centro de El Cairo donde se refugiaban cientos de manifestantes islamistas, que tuvieron que ser protegidos de una turba de civiles exaltados que pretendían lincharlos.
El desalojo fue precedido de un intenso tiroteo sobre el minarete de la mezquita de Al Fateh, una de las más reconocibles de la capital, que se encuentra junto a la estación de ferrocarril de Ramsés.
Ni las autoridades ni los Hermanos Musulmanes facilitaron información sobre el número de víctimas en el asalto, aunque pudieron verse heridos, presuntamente manifestantes islamistas, siendo evacuados del lugar en volandas.
El asedio del templo había comenzado en la noche del viernes, cuando se registraron duros enfrentamientos en los que murió uno de los hijos del líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía.
Vecinos del lugar y manifestantes antiislamistas armados con palos y barras de hierro intentaron irrumpir en el templo, donde los atrincherados habían levantado barricadas con muebles para evitar su entrada.
El impresionante despliegue policial en torno al lugar elevó la tensión hasta que, al mediodía, las fuerzas de asalto abrieron fuego intenso sobre el minarete del templo, desde donde, según los medios estatales, se habían empezado a recibir disparos.
Poco después la policía entró en la mezquita y capturó, según explicaron a Efe fuentes de seguridad, a los hombres que habían disparado sobre la muchedumbre desde el minarete.
Antes y después del dispositivo, agitadores y residentes en el área intimidaron en las inmediaciones a un gran número de periodistas egipcios y extranjeros, que fueron retenidos y en algunos casos agredidos.
El asalto a la mezquita de Al Fateh se produjo después de un sangriento viernes, en el que, según las cifras facilitadas por el Gobierno, al menos 173 personas murieron y más de mil fueron detenidas, mientras que el total de víctimas mortales desde el miércoles se estima en más de 800 personas.


DESAFÍO ISLÁMICO
Sin embargo, eso no impidió que, de nuevo, miles de islamistas tomaran las calles en claro desafío a las autoridades apoyadas por el Ejército, tras la entrada en vigor del toque de queda.
Manifestaciones en El Cairo, Alejandría, Asiut o Minia reivindicaron la restitución en la Presidencia del depuesto mandatario Mohamed Mursi, derrocado por un golpe de Estado militar el pasado 3 de julio.
La presión sobre los Hermanos Musulmanes y sus aliados no se limita a las calles: las autoridades egipcias comenzaron a dar señales de que la cofradía islámica podría ser ilegalizada, después de que varios de sus líderes fueron detenidos.
En una rueda de prensa, el portavoz gubernamental, Sherif Shauki, aseguró que el Ejecutivo estudia los "medios jurídicos" para disolver la Hermandad, aunque más tarde uno de los consejeros de la Presidencia, Mustafa Higazi, matizó esas declaraciones.
Higazi se limitó a aclarar que no hay esfuerzos dirigidos a disolver ningún grupo, sino que "toda organización que trabaje en Egipto tiene que estar legalizada con medidas jurídicas para que actúe dentro del marco de la ley".

Legalidad

Hermanos Musulmanes permanecen en un estatus de legalidad tras la revolución que depuso a Hosni Mubarak en febrero de 2011, después de haber sido ilegalizada por Gamal Abdel Naser en 1954.

El Gobierno anuncia una guerra en contra del "terrorismo"


VIOLENCIA. Disturbios en Alejandría.

Enfrentamientos entre partidarios y opositores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi estallaron en la ciudad de Alejandría, en el norte del país, durante las protestas de los islamistas, que salieron tras el inicio del toque de queda.
La Presidencia egipcia consideró que el país se halla en una "guerra contra el terrorismo" y acusó a los manifestantes islamistas de ser "fuerzas extremistas" y "terroristas".
Los choques se desarrollaron en los barrios de Al Hadra, Al Asafra y de Abu Suleimán, informó la agencia de noticias estatal Mena.
También hubo marchas de los islamistas en otras partes del país, como en El Cairo y las provincias sureñas de Asiut y Minia.
En la capital, una de las protestas salió del barrio de Heluan, por donde transcurrió de forma pacífica, aunque en medio de una gran tensión tras los incidentes violentos de esta semana, señalaron fuentes policiales y testigos.
Los islamistas también llevaron a cabo una sentada delante del metro de Al Munib, en el sur de El Cairo, que comenzó después de la oración del atardecer, indicaron los Hermanos Musulmanes en su página web.
En Asiut, un grupo de exaltados intentó asaltar la estación de ferrocarril, aunque fueron repelidos por las fuerzas de seguridad, apuntaron las fuentes policiales.