LA NOTICIA DE PERFIL

Deudas para nuestros nietos

Deudas para nuestros nietos

Paulovich.- Después de los festejos en honor a la Virgen de Urkupiña, mi comadre Macacha me invitó a su Oficina Principal ubicada en la ciudad de Quillacollo para realizar una “conciliación” de nuestras cuentas, pues toda esta última temporada yo había incurrido en elevados gastos que ella tuvo que sufragar en dinero contante y sonante que sacó de su propio bolsillo, aunque yo le llamaría bolsón.
Acudí presuroso a su convocatoria y al ver que mi deuda con ella había subido considerablemente, le dije a mi pariente espiritual que no se preocupara por mi deuda porque ella sería saldada por mi esposa hispanoparlante que pronto me visitaría, o por mis hijos, o por mis nietos.
La cholita cochabambina pegó el grito al Cielo, acusándome de irresponsable.
Le repliqué diciendo que yo no hacía otra cosa que actuar como nuestro Presidente Evo Morales y su habilidoso Ministro de Economía, el señor Luis Arce Catacora, que continúan prestándose dinero del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Corporación Andina de Fomento de proveedores chinos y japoneses y últimamente rusos, aunque estos últimos nos proveerán de material bélico en vez de rublos.
“¿Usted comadritay, desconocería la probidad y honradez de Evo y Arce Catacora…?”, le pregunté. A lo que ella respondió que nunca lo haría porque las deudas que éstos contraen son a nombre del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico y como tales serán pagadas por todos nosotros, los bolivianos que vivimos aquí, y como los plazos son tan largos, esos créditos serán cancelados por nuestros nietos.
Continué alegando ante la prestamista cochabambina que la “viveza criolla” de los gobernantes mencionados está basada en un antiguo eslogan publicitario que nos decía “goza ahora y paga después”, y por ese camino no debe sorprendernos que el día de mañana el Presidente Evo nos regale a los paceños un teleférico carísimo pero al fiado y que pasado mañana regale otro a Potosí, y que obsequie a Oruro un túnel carísimo pero al “fiat” y sorprenda a todos los cándidos bolivianos con un satélite artificial fabricado en China, de precio interplanetario pero al fiado, que tendrá que ser pagado por nuestros nietos y bisnietos quienes seguramente protestarán contra nosotros y sobre todo contra aquéllos que no vitoreamos a Evo y su Mandrake el Mago que dirige sus finanzas particulares y estatales.
Ante mis argumentos contundentes, bajó la cabeza mi famosa comadre de profesión prestamista quien me dijo: “Está bien, compadrituy, que me paguen sus nietos o sus bisnietos, pero al 10 por ciento mensual…”