Buenas noticias

Buenas noticias

Gastón Solares Ávila.- En varias oportunidades he expresado mi preocupación sobre el destino de mis notas periodísticas, porque han tenido muy poco efecto a pesar de que en forma reiterativa me he referido al daño que ocasiona la falta de una reacción enérgica, que evite el deterioro que sufre la ciudad desde hace varios años, inquietud compartida por varias instituciones que han decidido organizarse con el nombre de Comité Custodio de la Arquitectura Patrimonial de la Ciudad.
Algunas de esas instituciones han tomado acciones adicionales por su cuenta. Por ejemplo, el Centro Femenino de Cultura Hispánica ha convocado a un curso de fotografía destinado a los futuros bachilleres 2013 de colegios privados, fiscales y de convenio de la ciudad de Sucre. El objetivo es conservar y difundir el valor del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Ha escogido a los jóvenes porque considera, y con toda razón, que hay que motivar especialmente a los estudiantes y advertirles del peligro que enfrenta la imagen urbana.
Todos estamos conscientes de que la tarea no es fácil, motivo por el que revertir la situación actual tiene que ser un esfuerzo compartido. Como es bien sabido que la gota labra la piedra, sigo insistiendo para que instituciones y personas se sumen a esta cruzada porque solamente así salvaremos esta bella ciudad, en la que sus habitantes no se entienden y menos sus autoridades. Como para muestra basta un botón, cito el caso de la Terminal de Buses, tema en el que no hay acuerdo y tampoco debate, se juega a probar cual de los que sostienen los criterios divergentes es el más macho.
No quiero perder el impulso para seguir escribiendo sobre temas destinados a evitar que la Capital de Bolivia pierda su tesoro que es el que atrae turismo y, por lo tanto, los ingresos que benefician a todos, pero reconozco que unas veces me da pena hacerme odiar por la gente que se siente involucrada, y otras me da rabia por la falta de reacción y por la soberbia de quienes no aceptan críticas y mucho menos sugerencias porque creen que lo saben todo. Parece que no entendieran que no se trata de ataques personales, sino de ineficiencia ocasionada casi siempre por los malditos intereses partidarios y personales, que son los que no permiten trabajar con la dedicación que requiere la ciudad.
Por esos es que me ha causado mucha alegría recibir una nota de la Dirección y Coordinación del PRAHS y de la Oficialía Mayor de Planificación del Gobierno Autónomo Municipal, en la que me expresan su deseo de incorporarse al Comité Custodio de la Arquitectura Patrimonial y trabajar en forma conjunta por esta bella ciudad, que debe encontrar el camino no solamente para conservar su patrimonio, sino para encarar un crecimiento ordenado y planificado digno de una ciudad tan rica en historia y tradiciones.
Reacciones como las que comento en esta nota devuelven ciertamente el optimismo y despiertan la esperanza porque, si todos imitan tan encomiable actitud, alcanzar el éxito se vuelve una tarea difícil, pero no imposible.
El Comité Custodio de la Arquitectura Patrimonial de la Ciudad, aún antes de terminar de organizarse, se fortalece enormemente con la respuesta comentada. Son, ciertamente, buenas noticias.


(Por viaje al exterior mi columna se reiniciará recién el miércoles 18 de septiembre. Agradezco a mis lectores por su constante apoyo)