Soy de la “cultura de la vida”

Soy de la “cultura de la vida”

Gary Antonio Rodríguez Álvarez .- La posibilidad de despenalizar el aborto en Bolivia enfrenta a quienes están a favor y en contra. No es un tema fácil, pero lo abordo hoy, porque de por medio está la vida.
Quienes están en contra de legalizar el aborto recuerdan que la legislación penal fue ideada para proteger a la niña o niño boliviano por nacer, y que la vida es un derecho fundamental por lo que querer bajar los abortos renunciando a ella, no es coherente.
Explican también que la madre no tiene derecho a “decidir sobre su cuerpo” –sobre la vida del ser que lleva en sus entrañas– siendo que el hijo no nacido aún es un ser distinto de su madre que se desarrolla y reacciona por su cuenta.
Por tanto, demandan protección jurídica para la vida del niño por nacer desde su concepción misma, explicando que “su naturaleza no se modifica o perfecciona en razón de su crecimiento, desarrollo o suficiencia”, y que como sujeto tiene derechos humanos, afirmación respaldada por el avance de la Embriología.
Recuerdan también que Bolivia adhirió por la Ley 1430 (11/FEB/1979) a la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica de 1969, cuyo Art. 4 consagra el “derecho a la vida en general desde la concepción”, esto es, desde la fecundación (unión de óvulo y espermatozoide).
Advierten que según los ginecólogos no existe aborto seguro, y que afecta a la mujer con irreversibles consecuencias para su cuerpo y traumas psicológicos post-aborto.
Por tanto, rechazan la interrupción del embarazo por atentar contra la dignidad intrínseca del ser humano y sus derechos fundamentales, por ser contraria a la CPE, a las leyes y al Estado de Derecho que vela por la persona y su desarrollo integral.
Naturalmente, quienes apoyan el aborto dicen lo opuesto y relativizan tales conceptos. Pero, para mí, no hay medias tintas: una mujer no puede estar “medio embarazada”. El embarazo es quien da vida, y yo me juego por la Verdad y la Vida…
Habrá quien esté a favor del aborto para casos que podrían justificarse (violación, posible muerte de la madre, enfermedad en el niño por nacer, extrema pobreza, etc.), pero, ¿quiénes somos para decir si un ser vivo debe nacer o morir? Existe una Ley Natural que desde lo más recóndito nos dice: ¡No matarás! La Madre Teresa de Calcuta ¡imploraba que le regalaran los niños a ser abortados!
Por eso no apoyo el aborto pero sí que se eduque con principios y valores que eviten sus causas. Porque, así como el Presidente Evo Morales dijo, yo también “soy de la cultura de la vida”.