MIGRACIÓN. Los menores viajan en busca de trabajo ante la difícil situación económica que atraviesa su familia.
EN BUSCA DE TRABAJO, RUMBO A SANTA CRUZ Y COCHABAMBA
Chuquisaca: Tres menores dejan su familia cada día
Chuquisaca: Tres menores dejan su familia cada día
La mayor parte de los adolescentes provienen del área rural del Departamento
Dayana Martínez Carrasco
Diariamente, un promedio de tres adolescentes de entre 14 y 17 años de edad, decide dejar su familia y salir en busca de empleo a otros departamentos del país, de acuerdo al número de emisiones de permisos de viaje otorgados por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia para tránsito interdepartamental de menores.
A pesar de que el mes de agosto es considerado como de bajo flujo migratorio, en la Terminal de Buses de Sucre se registra un promedio de diez solicitudes de permiso de viaje a menores, de las cuales tres indican como motivo de su desplazamiento, razones laborales.
De acuerdo a lo informado por la funcionaria de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNyA) con sede en la Terminal de Buses, Sara Gonzáles, en el caso de los viajes interdepartamentales, Santa Cruz y Cochabamba son los departamentos a los que más acuden los menores de edad, debido a que se van a trabajar en los cultivos del oriente y del Chapare, donde declaran que ya reside por lo menos uno de sus familiares.
“La mayor parte de los niños y adolescentes que viajan así indican que viajan en busca de trabajo a esos departamentos porque el hermano, padre, madre u otro familiar, ya trabaja y vive ahí”, dijo Gonzáles.
SIN PERMISO
Por otra parte, aquellos menores de edad que no cuentan con los permisos de viaje correspondientes son retenidos hasta que sus padres se hagan presentes en las dependencias de la DNyA para autorizar el viaje del menor.
A la espera de sus progenitores, los menores son designados a los centros de acogida u hogares dependientes del Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES).
La funcionaria manifestó que la mayor parte de los padres llegan a la ciudad a ratificar que su hijo viaja a buscar trabajo, porque no estudia o dejó el colegio.
Es decir, que además de dejar a su familia e inmiscuirse en el mercado laboral, los adolescentes abandonan sus estudios cediendo el ejercicio de su derecho a la educación, entre otros.
Asimismo, los menores se arriesgan a ser víctimas de trata y tráfico de personas o de explotación laboral, más aún cuando se encuentran en un ambiente desconocido y sin el apoyo y cuidado de su familia.
Según el jefe de la unidad de Asistencia y Familia del SEDEGES, Ghovany Quinoñes, el hecho de que una persona se aleje del entorno familiar a temprana edad, genera serios problemas en el “normal desarrollo” psicológico, social y afectivo del menor, más aún si el menor llega a ser víctima de maltrato o explotación.
Se van
90 menores de edad, en promedio, salen del Departamento cada mes, en busca de un mejor futuro.
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