Política y penumbra

Política y penumbra

Juan José Bonifaz B..- Las políticas de los seguidores del modelo chavista, desnudan por sus resultados, para quién trabajan realmente. Estos procesos de cambio acaban por favorecer los intereses de quienes estigmatizan a diario; mientras destruyen los Estados nacionales, fortalecen los intereses transnacionales.
Sara Schaefer Muñoz, en una columna publicada en (STUTTGART, Arkansas, 21-8-2013) cuenta la experiencia de Steve Orlicek, un agricultor de arroz, que está viviendo el sueño americano. Este señor, es uno de los beneficiarios de las políticas económicas socialistas de Hugo Chávez, el fallecido presidente venezolano que criticaba lo que consideraba el "imperialismo" estadounidense.
Es paradójico que las políticas de la revolución socialista de Chávez acabaran convirtiéndose en una fuente de ganancias para los sistemas capitalistas que condenó. Durante sus 14 años en el poder, nacionalizó grandes fincas agrícolas, redistribuyó tierras y controló los precios de los alimentos como parte de su estrategia para ayudar a los pobres. Pero estas políticas hicieron que Venezuela pasara de ser un exportador neto a un importador de arroz, procedente de agricultores como Orlicek. No se trata sólo del arroz. La producción de acero, azúcar y muchos otros bienes ha caído en Venezuela, causando escasez en algunos momentos. Hasta hace poco, Venezuela era en gran parte autosuficiente en carne y café. Ahora, importa ambos productos.
Las importaciones se multiplicaron por cuatro y la producción nacional fue desapareciendo, mientras la inversión se fue buscando otros horizontes y oportunidades. Entre los ganadores figuran la empresa estadounidense de aluminio Alcoa Inc. La minera anglo-suiza Glencore Xstrata PLC y firmas brasileñas como la constructora Odebrecht SA. En mayo, las autoridades venezolanas anunciaron que importarían 50 millones de rollos de papel higiénico. El proveedor fue la estadounidense Kimberly -Clark KMB.
"Chávez dijo que estaba en contra de los capitalistas y de los grandes oligarcas", comentó Moisés Naím, del centro de estudios Carnegie Endowment for International Peace, en Washington. "Pero dejó al país más supeditado que nunca a las compañías extranjeras".
El petróleo, la única exportación fuerte con la que cuenta Venezuela, representa alrededor de la mitad de los ingresos del gobierno. Si el petróleo cayera a 90 $US por barril durante un año, frente al precio actual de 105 $US, el gobierno tendría que recortar las importaciones, apuntó David Rees, un especialista de mercados emergentes en Capital Economics, en Londres. "Eso tendría repercusiones terribles para todo, pero especialmente los alimentos".
Además de la agricultura, el sector manufacturero también se ha debilitado desde 2006, cuando Venezuela indicó que seguiría un modelo de desarrollo endógeno, o autosuficiente, que rechaza la generación de ganancias y en su lugar se concentra en cooperativas. El gobierno se apoderó de grandes porciones de las industrias clave, incluyendo las del acero y el cemento. "Hemos perdido nuestra soberanía nacional en el acero, el aluminio y la bauxita. Es una vergüenza", dijo Damián Prat, autor de Guayana: “El milagro al revés” un libro sobre la industria venezolana.
¿Y en Bolivia no hacemos algo igual? ¿Será posible que más o menos el mismo modelo, produzca resultados diferentes?....
Para el llamado Imperio, no hay imposibles porque su poder está en su capacidad ilimitada de crear dinero y por tanto hace milagros. Enemigos acérrimos de ayer, pasan a ser sus más obsecuentes servidores. Este poder ha promovido el socialismo en el mundo, ha alimentado las guerras, financiado Organismos Internacionales y No Gubernamentales, paraísos fiscales, narcotráfico, mafias, gobiernos corruptos, etc. Los países pobres son sus víctimas más vulnerables, gracias a las políticas basadas en doctrinas ajenas e improvisadas; a economías de base falsa, información manipulada y, a sociedades abigarradas sin visión de futuro.