La tenista norteamericana Serena Williams superó a su compatriota Sloane Stephens y avanzó a los cuartos de final del US Open.
La tenista norteamericana Serena Williams superó a su compatriota Sloane Stephens y avanzó a los cuartos de final del US Open.

Serena se venga de Stephens en EEUU

Serena se venga de Stephens en EEUU

Nueva York / EFE

La estadounidense Serena Williams, número uno del mundo, alcanzó ayer de nuevo los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos al ganar con facilidad por 6-4 y 6-1 a Sloane Stephens, en la esperada revancha entre las dos tenistas locales.
El interés generado por ver a las dos mejores actuales jugadoras de su país sólo duró los 52 minutos del primer set, cuando Stephens pudo aguantar el poder de la vigente campeona del torneo, y luego fue todo un paseo de la hermana menor de las Williams.
Serena, primera cabeza de serie, que tendrá de rival en los cuartos de final a la española Carla Suárez Navarro, décimo octava favorita, esta vez fue muy superior a Stephens y se vengó de la derrota sufrida a comienzos de año en Australia.
Williams, que busca su quinto título del último torneo de Grand Slam, no dejó dudas de su superioridad sobre Stephens, que nunca encontró su mejor tenis con los golpes desde el fondo de la pista.
Serena fue dominante en todas las facetas del juego como demostraron las estadísticas finales, que la dejaron con seis “aces”, cuatro dobles faltas, 22 golpes ganadores y 13 errores no forzados, comparados a los números de Stephens que fueron de 0, 4, 15 y 29, respectivamente.
Williams aprovechó cuatro de diez oportunidades de quiebre de saque por una de dos que tuvo Stephens, que subió 12 veces a la red para ganar seis puntos, mientras que la campeona defensora llegó 13 veces para conseguir nueve tantos con sus voleas.
El denominado desafío de generaciones del tenis femenino estadounidense confirmó que sigue en poder de la veterana jugadora, que volvió a aportar un juego cada vez más físico y de potencia en sus golpes, sin respuesta por parte de las rivales.
Sólo ver el físico que presenta la hermana menor de las Williams es para impresionar a sus rivales, incluida una tenista como Stephens, de 20 años, que va por el mismo camino de la que ayer fue su verdugo en la pista central Arthur Ashe.
Williams, de 31 años, está ya en los cuartos de final con apenas 13 juegos perdidos y sin que le hayan ganado ningún set sus rivales anteriores.