OBSERVATORIO

Versatilidad funcional de un candidato

Versatilidad funcional de un candidato

Demetrio Reynolds.- UUn personaje de doble fondo y con un poder omnímodo, eso no se ve sino muy rara vez. El caso es que, no siendo más que uno, se desdobla en dos actores distintos. Según las circunstancias, el uno actúa en lugar del otro. Al ver en alguien estas características es inevitable recordar al famoso Jano, el dios de la doble cara. Los antiguos sabían representar los tipos genéricos en deidades fantásticas, lo cual significa que las virtudes y los defectos son de tan lejana antigüedad como la misma especie humana.
Nuestro Jano criollo está en plena campaña preelectoral. Nada hace ni dice si no es en función de ello. Y en ese afán todo vale; no desdeña nada. No le importa que le descubran la cara oculta, si a la vista está también la otra para utilizarla como si fuera la única. Con esta singular ventaja no les da respiro a los opositores. Ciertamente él es –o tal vez los que lo asesoran– más inteligente que aquellos. Le ayudaron a armarse como Rambo político, y ahora soportan en el suelo la Justicia Comunitaria, al estilo de los “usos y costumbres”. ¡Brutalmente!
La lucha empezó hace rato, pero la gran batalla decisiva antes de que el “soberano” vaya a las urnas, se está librando cada día en la arena mediática. Don Jano Ego ha montado un monstruoso aparato con emisoras y repetidoras en todo el país. Los que fungen de opositores parecen no darse cuenta de ello; pues si lo tuvieran presente, planearían cuando menos la forma de contrarrestarlo. Como en un tablero se va registrando allí su derrota anticipada. Y al atomizarse como lo hacen, preparan otro gran obsequio electoral para el jefazo el 2014. Son sus naturales jefes de campaña.
Ahora último llamó la atención su audaz recurrencia al Papa. ¿Qué es lo que busca con el Pontífice? Sin la conjetura de candidato en campaña, no habría una explicación racional: “él nunca da puntada sin hilo”. Además de jugar al fútbol, otra actividad de cajón es reunirse con los compatriotas. Hay una buena cantidad de potenciales votantes en el exterior. Un millón de ellos sería suficiente para cantar victoria. No hay otra imagen electoralmente más útil que verlo abrazado con el Papa. En Italia deben creer que es un devoto católico.
Sin embargo, las referencias que de verdad lo identifican son otras: la ideología política que sustenta, la hostilidad manifiesta con la Iglesia Católica y la prensa independiente; el totalitarismo que se perfila, su estrecha relación con las dictaduras comunistas, etc. Esa versatilidad funcional, según la conveniencia del momento, es la característica más sobresaliente de su personalidad. Parecería ser la encarnación moderna del mito mencionado. Ningún actor lo hubiera representado con más fidelidad.
Y no se trata sólo de ganar. No le sirve ganar con cualquier resultado. Si no logra mantener los dos tercios en la Asamblea Plurinacional, (el poder de los poderes al mando del jefazo) la “dictadura democrática” empezaría a tomar la pendiente de cuesta abajo. Si esto le motiva tanto afán, eso mismo –por la inversa– debería unir a la oposición. Ningún programa es tan importante como el reponer la vigencia plena de la democracia. Éste es el fin supremo de la hora. Después vendrán las otras disputas, con la alternancia democrática de partidos en el poder. Si la docena de candidatos no acepta, es que no les interesa el destino del país.