LA NOTICIA DE PERFIL

Día del Analfabetismo

Día del Analfabetismo

Paulovich.- . Haciendo un alto en su lectura diaria de los periódicos, mi pariente espiritual me preguntó si yo me consideraba un analfabeto, a lo que le repliqué inmediatamente que no lo era, a lo que me respondió la cholita cochabambina: “¡Qué pena, compadrituy, porque le habría dado un abrazo y tal vez un beso en su mejilla porque hace poco fue el Día del Analfabetismo!”
Sin enfadarme ni un poquito, dije a mi comadre que en los primeros tiempos del Gobierno del señor Evo, éste nos anunció triunfalmente que ya no existían analfabetos en nuestro país y que ese mal había sido erradicado de Bolivia, aplaudiéndole todos por tal milagro.
La cholita quillacolleña me confesó con algo de vergüenza que ella había leído muy poco durante su vida pero que su difunto marido, que en paz descanse, don Nemesio, había leído bastante, recordando Macacha que en la pequeña biblioteca que ella heredó, podía apreciarse “El Capital” de Marx.
Al escuchar tan sincera confesión, no pude menos que aplaudir al difunto Don Nemesio, diciendo a su viuda que éste había poseído una cultura semejante a la de nuestro vicepresidente García Linera, aunque éste presume de haber leído algunos libros más.
Agradeciendo la sincera humildad de mi comadre Macacha, le pregunté si alguna vez había hojeado “El Capital” de Marx, contestándome: “Le cuento con sinceridad, compadre, que nunca abrí tal libro porque pensé que se refería a la Capital de Bolivia, Sucre, y que se trataba de una obra chistosa escrita por el cómico Groucho Marx.
Al haber ingresado en nuestra conversación el personaje más “leído” de Bolivia, la cholita me preguntó si yo sabía de algunos libros que hubiera leído nuestro presidente Evo, respondiéndole que seguramente también había leído a Marx y Lenin porque muchas veces se proclamó marxista-leninista y también estalinista, y esa sería la razón para contar con ministros que pertenecen a tales tendencias comunistas. Sin ánimo de presumir, dije a mi poco leída comadrita que también supongo que Evito leyó en los últimos tiempos La Historia de la Iglesia, aunque no lo dice porque no es ningún presumido como su vicepresidente Álvaro quien sigue leyendo al por mayor durante todas las noches aún ahora que está a punto de cumplir su primer aniversario de bodas.
Después de una charla de tan alto nivel cultural, la cholita cochabambina me dijo: “¡Gracias, compadre!, ahora no soy tan ‘analfabeta’ como ayer ni usted tampoco es el ‘analfabestia’ como muchos que conocemos…”