NEGOCIACIÓN. John Kerry y su colega ruso Sergei Lavrov durante su encuentro en Ginebra.
NEGOCIACIÓN. John Kerry y su colega ruso Sergei Lavrov durante su encuentro en Ginebra.

AUNQUE MANTIENEN SUS DIFERENCIAS POLÍTICAS

EE.UU. y Rusia empiezan a negociar desarme sirio

EE.UU. y Rusia empiezan a negociar desarme sirio

Kerry pide sancionar a Bachar al Asad en caso de incumplimiento

Ginebra/EFE

Estados Unidos y Rusia iniciaron ayer negociaciones sobre la manera de poner bajo supervisión internacional las armas químicas que posee Siria, sin ocultar sus desacuerdos, pero coincidiendo en que es una oportunidad única para encontrar una salida negociada al conflicto que desangra este país.
"Una solución pacífica es claramente preferible a una reacción militar... es muy pronto para decir si estos esfuerzos tendrán éxito", dijo prudente el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry.
Adelantó que, en caso de un acuerdo con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, durante las reuniones en Ginebra, los retos técnicos y logísticos para garantizar la entrega de todas las armas químicas por parte del régimen sirio "serán inmensos en un contexto de guerra civil".
Lavrov recalcó que es posible un acuerdo y que ello hará "innecesaria" la acción militar que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó preparar en represalia por el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto contra civiles en las afueras de Damasco.
Destacó la petición presentada por el Gobierno sirio de adherirse a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas y la consideró como un paso adelante, que no solo apartaría la amenaza de una "confrontación militar", sino también la de la expansión del terrorismo "por Siria y toda la región".
El responsable de la diplomacia rusa comentó que el régimen sirio pondrá a disposición de la Organización Para la Prohibición de las Armas Químicas toda la documentación sobre su arsenal y que "cumplirá estrictamente" las normas vigentes en esta materia. Sin embargo, Kerry mostró el escepticismo con el que la Administración estadounidense recibió esa noticia y declaró que no cree en las promesas del régimen sirio, al que considera responsable de utilizar armas químicas contra su propia población en su lucha contra los grupos armados rebeldes.
Entre los desacuerdos entre Washington y Moscú figura la autoría de esos ataques, porque mientras el primero afirma que tiene pruebas irrefutables de que fueron ordenados por instancias oficiales, el segundo acusa a la oposición armada y a los grupos extremistas infiltrados en ella.
En cualquier caso, Kerry dejó claro que EEUU sólo aceptará una solución a la cuestión de las armas químicas en Siria que sea realista, completa, verificable, creíble, oportuna y que contenga posibles sanciones si el Gobierno del presidente sirio, Bachar Al Asad, no cumple lo prometido.

Condición

El presidente de Siria, Bachar al Asad, amagó con poner las armas químicas de su país bajo control internacional para lo que su Gobierno remitió un documento a la ONU, aunque puso como condiciones a Estados Unidos que deje de proveer armas a los rebeldes.