RECUERDO. Una cinta amarilla decora un faro en la jornada de "cintas amarillas" que vivió Cuba ayer.
CONMEMORAN QUINCE AÑOS DE SU DETENCIÓN
Cuba demanda a EE.UU. liberar a cuatro agentes
Cuba demanda a EE.UU. liberar a cuatro agentes
Miles de cintas amarillas recordaron a los detenidos en Estados Unidos, donde fueron acusados de acciones de espionaje
La Habana/EFE
Cuba se llenó ayer de miles de cintas amarillas para exigir la libertad de cuatro agentes cubanos presos por espionaje en EE.UU., donde los lazos de ese color representan a quienes están lejos y son esperados por sus seres queridos.
Las autoridades cubanas convocaron para ayer jueves, cuando se cumplieron 15 años de la detención de los agentes, a una campaña para exigir su excarcelación con diversos actos, todos teñidos de amarillo.
Ayer se vieron cintas amarillas colgadas en edificios, vehículos, postes o árboles y muchas personas usaron ropa o accesorios de ese color.
La idea de apelar al interés de los estadounidenses por el caso con un símbolo muy ligado a su historia desde la Guerra Civil fue de René González, uno de los cinco agentes condenados en 2001 y el único que ya está en libertad en Cuba.
González, de 57 años, encabezó una marcha de cientos de personas que partió de la sede de la Unión de Escritores y Artistas y recorrió el céntrico barrio del Vedado hasta llegar a la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA).
Los manifestantes, que portaban globos y lazos dorados, entonaron cantos patrióticos y dieron vivas a la "libertad" y a Cuba.
Entre los participantes de la marcha, en su mayoría intelectuales y artistas, se vio además a un grupo de niños vestidos con trajes de divinidades de las religiones afrocubanas como Oshún, que en la isla se identifica con la Virgen de la Caridad del Cobre y con el color amarillo.
La caminata concluyó con un gesto simbólico de González y sus familiares, al colocar cintas amarillas en las astas de cinco banderas cubanas que se encuentran en el llamado "Monte de las Banderas de la Tribuna Antiimperialista José Martí", una explanada situada frente a la SINA.
"El simbolismo de las cintas amarillas tiene un impacto fuerte en la psiques del norteamericano. Es un mensaje (...) de amor, que apela a los sentimientos", dijo a los periodistas González, quien en 2011 salió de prisión tras haber cumplido 13 de los 15 años de su condena y quedó en libertad supervisada en Florida (EE.UU.).
El ex agente subrayó que la sociedad norteamericana trata de "deshumanizar a la víctima" extranjera, sea siria o vietnamita, y por ello esta campaña de "cintas amarillas" busca transmitir el mensaje de que los cuatro agentes aun presos también son "humanos".
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