SOCIALISTA. Foto de archivo de Lula da Silva cuando fundó el Partido de los Trabajadores.

PROCESOS POR CORRUPCIÓN POLÍTICA EN BRASIL

Reos de juicio del siglo tendrán nuevo proceso

Suprema ordena reabrir las causas de 12 de los 25 sentenciados por corrupción

Brasilia/EFE

La Corte Suprema de Brasil decidió ayer que aceptará nuevas apelaciones que llevarán a reabrir las causas de 12 de los 25 condenados por las graves corruptelas denunciadas en 2005, durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva.
Hasta ahora, cinco de los 11 miembros del Supremo habían votado por aceptar esos recursos y otros cinco los habían rechazado, pero el decano del Supremo, Celso de Mello, se inclinó por acogerlos y se configuró una mayoría en favor de lo que, en la práctica, lleva a la celebración de un nuevo juicio para 12 de los 25 condenados.
La decisión sólo favorece a aquellos reos condenados pese a que al menos cuatro jueces los absolvieron, situación en la que están personajes emblemáticos del proceso, como el ex ministro José Dirceu, el ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT) José Genoino y el antiguo tesorero de esa formación Delubio Soares.
El caso se refiere a una red de corrupción tejida por el Partido de los Trabajadores (PT) en 2002, cuando llegó al poder por primera vez el ahora ex presidente Lula da Silva, quien tras dos mandatos consecutivos fue sucedido por su pupila y correligionaria Dilma Rousseff.


DINERO PÚBLICO
Durante el juicio, que se celebró entre agosto y diciembre del año pasado, la corte consideró probado que esa red fue alimentada con dinero público y le permitió al PT financiar campañas y sobornar a dirigentes de otros cuatro partidos, que le dieron al Gobierno de Lula la mayoría parlamentaria que las urnas le habían negado.
El juez Celso de Mello, en el voto que inclinó la balanza en favor de aceptar las nuevas apelaciones, explicó que al tratarse de una acción penal que comenzó "originalmente" en el Supremo, esta misma corte está obligada a celebrar un segundo juicio en aquellos casos en que las condenas no fueron "mayoritarias".
"La protección de los derechos de los reos es un encargo constitucional del cual el Supremo no puede eximirse, aun contra el clamor popular", dijo De Mello en alusión a las presiones de buena parte de la sociedad, que exige que los culpables de este caso sean encarcelados de inmediato.

Acuerdo

Tomada la decisión de reabrir los juicios de esos 12 reos, la corte brasileña ahora deberá publicar ese acuerdo y sólo después aquellos que puedan acogerse a un nuevo juicio presentarán sus apelaciones.