LA NOTICIA DE PERFIL

Comienza el Censo Agropecuario

Comienza el Censo Agropecuario



Paulovich

Sufriendo aún las consecuencias del Censo de Población y Vivienda, mi periodista oficial me comunicó que a partir de ayer comenzaría a realizarse en nuestro país el Censo Agropecuario, agregando que el Gobierno se anticipó a prevenir a la ciudadanía que tal medida no está destinada a aumentar impuestos ni a dilucidar problemas de propiedad entre los poseedores de tierras y ganado.
La curiosa cholita cochabambina me preguntó si yo era poseedor de algún ganado, respondiéndole con lamentable irrespeto que “yo sólo tengo una vaca lechera nacida en Quillacollo y que no es una vaca cualquiera porque me da leche merengada y que, además, mata moscas con el rabo, tolón, tolón…”
Naturalmente, mi respuesta no le causó ninguna gracia, contestándome que ella, en cambio, sólo poseía un burro viejo y flaco.
Me acerqué a ella para pedirle disculpas por el chiste malo y grosero y me dio unas palmadas en el lomo, para que continuáramos dialogando sobre el Censo Agropecuario, para que éste no fuera una chambonada, como lo fuera el que realizaron el señor Evo y el señor Laruta.
Como la cholita ni yo jamás habíamos visto la realización de un censo agropecuario, ella me propuso viajar de Quillacollo a La Paz cuando este inventario de productos agrícolas y pecuarios se realizara en la sede de Gobierno y las provincias paceñas, idea que me pareció magnífica, respondiéndole con espontaneidad y entusiasmo: “Seguramente nos encontraremos con resultados sorprendentes al saber qué cantidad de magníficos animales tenemos en La Paz, no sólo en la sede de Gobierno sino en los alrededores y provincias”.
Como la cochabambina es inteligente y además no pierde la oportunidad para echarme en cara mi paceñismo, me preguntó si los agentes censales ganaderos visitarán el Palacio Legislativo y el Palacio de Gobierno, conviniendo ambos en que podrían hacerlo ante la posibilidad de interrogar a importantes ciudadanos si alguno posee un establecimiento ganadero o es posible obtener datos acerca de algún ganado inteligente, o censar a algún propietario de tierras que adquirió su establecimiento ganadero hace años y continuará trabajando en él durante quinientos años.
Le dije a mi comadre Macacha que yo viajaré a La Paz para ser censado en el lugar de mi nacimiento, agregando la cholita quillacolleña que ella también quiere ser censada en La Paz que es la ciudad donde trabaja, siguiendo las prácticas que se utilizaron en el Censo de Población y Vivienda.
De todas maneras, esperamos con emoción y entusiasmo el próximo Censo Ganadero, convencida ella de ser una vaca lechera que da leche merengada y mata moscas con el rabo, y convencido yo de ser un burro viejo y flaco.