SURAZO
Evo for ever
Evo for ever
Juan José Toro Montoya.- Por elemental honestidad periodística debo declarar, de inicio, que el título de este artículo no es mío por cuanto lo tomé prestado de uno que escribió no hace mucho el laureado Paulovich.
Y es que el tema del prorroguismo del presidente del Estado no es nuevo sino más bien recurrente así que los articulistas se refieren a él con mayor frecuencia que al de sus antecesores.
La razón por la que no sólo el presidente sino su proyecto político pretenden permanecer en el poder más tiempo del socialmente aconsejable es porque ese es el objetivo de cualquier practicante de la política: quedarse lo más posible.
Debido a ello, a nadie debería extrañarle que Evo Morales tenga aspiraciones que estar al mando del Estado incluso de por vida, como claramente lo dio a entender en su última intervención pública al respecto.
La diferencia entre el MAS IPSP y las otras organizaciones políticas es que esta ya ha cumplido su objetivo en parte.
Veamos:
La anterior Constitución Política del Estado señalaba, en su artículo 85, que "el mandato IMPRORROGABLE del Presidente de la República es de cinco años" mientras que la actual señala, en su artículo 168, que " el periodo de mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua".
Juan Evo Morales Ayma asumió la presidencia del Estado el 22 de enero de 2006 y ya lleva en el poder más de siete años y ocho meses. Más allá de cualquier tipo de interpretación, ya gobierna más de los cinco años establecidos en la Constitución así que logró el objetivo político de estar en el poder más de lo que dice la letra muerta de la ley. ¿Qué le queda ahora? Pues quedarse más tiempo todavía y mejor si es en aplicación de la referida letra muerta.
Hasta ahí, la intención está clara –como es claro que la prensa independiente es un escollo para su objetivo así que lo que debe hacer es controlarla–. Lo que queda por saber es cómo conseguirá quedarse más tiempo.
Con el fin de permanecer en el poder el mayor tiempo posible, el MAS IPSP ha diseñado una estrategia que se aplica exitosamente hasta ahora. Una de sus tácticas es la eliminación de cualquier posible enemigo y eso lo ha logrado mediante la persecución judicial.
Otra táctica es la descalificación de cualquier posible sustituto. Eso ha determinado que, una vez eliminada la derecha, se acuñe la frase "¿Después de Evo, quién?... ¡nadie!" La intención es sencilla: el MAS IPSP quiere que la gente se convenza de que, al margen de Evo Morales, nadie más puede gobernar Bolivia. Curiosamente, ya es mucha la gente que lo está creyendo.
De tanto repetirse un aserto, este puede llegar a convertirse en una verdad socialmente aceptada. Goebbels lo sabía y por eso aplicó la fórmula con éxito aunque luego sobrevino el final que todos conocemos.
El detalle es que no todos aceptan la verdad socialmente aceptada y peor aún si se trata de un insulto a la sociedad que lo acepta.
¿Es que podemos concebir que entre los cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos bolivianos no existen una o uno que sea capaz de gobernar Bolivia, además de Evo Morales?
Si de verdad creemos semejante barbaridad, entonces el MAS IPSP tiene la razón y sí... el único que puede hacerlo es él.
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