EDITORIAL

Santa Cruz, centro de unidad y diversidad

Santa Cruz, centro de unidad y diversidad

Como hace 203 años, el espíritu acogedor que siempre caracterizó a Santa Cruz se manifiesta en la enorme diversidad de origen de los cruceños de hoy

Hoy, 24 de septiembre, se conmemora un aniversario más de la incorporación de Santa Cruz al proceso que conduciría a la formación de la República de Bolivia. Hace 203 años, el pueblo cruceño se reunió en un Cabildo Abierto en el que decidió plegarse al levantamiento que meses antes tuvo en Chuquisaca su primer hito.
Como relatan las crónicas escritas por aquellos tiempos, ese día se reunieron en la plaza los habitantes de esa pequeña ciudad. La mayor parte eran cruceños, pero también hubo muchos paceños, chuquisaqueños, cochabambinos, además de orureños y potosinos e incluso representantes de la Junta de Buenos Aires que llegaron desde el sur para discutir juntos la mejor manera de sumarse al movimiento insurreccional. En ese acto quedaron definitivamente sellados los estrechos vínculos entre esa región y las demás ciudades de lo que luego fue Bolivia.
La diversidad de origen de quienes participaron en el acto independentista del 24 de Septiembre de 1810 era el más fiel reflejo de la composición social de Santa Cruz que ya entonces era tan heterogénea como lo es ahora. Según un censo de la época, de los 10.500 habitantes registrados, 4.303 eran “blancos” –como se denominaba a los españoles y a sus descendientes– 1.376 mestizos, 2.638 cholos, 2.111 indios y 150 negros.
Como en otros focos de la rebelión independentista, todos esos sectores se unieron por encima de sus diferencias sociales en una causa común, en la que los ideales de la igualdad ocupaban un lugar incluso más importante que en otras latitudes. Tanto es así, que el primer acto de la Junta Gubernamental reunida un día como hoy, hace 203 años, fue liberar a los esclavos y otorgarles todos los derechos de ciudadanía.
Más de dos siglos después, el espíritu acogedor que siempre caracterizó a Santa Cruz se manifiesta en la enorme diversidad de origen de los cruceños de hoy. La inmensa mayoría de quienes se sienten cruceños, por nacimiento o por adopción, proviene de todos los rincones de nuestro país, lo que ha hecho de ese departamento el centro más dinámico de la economía nacional; el punto donde más exitosamente se encuentra, complementa y florece el espíritu emprendedor de gentes de distinto origen que se unen en la búsqueda de la prosperidad basada en la actividad productiva y el esfuerzo propio.
Por eso, y muy a pesar de los desencuentros que en más de una oportunidad a lo largo de nuestra agitada historia han puesto en entredicho las relaciones entre Santa Cruz y el centralismo político exacerbado por las burocracias gubernamentales de todos los tiempos, lo cierto es que Santa Cruz ratifica, con cada año que pasa, la decisión que sus habitantes tomaron un día como hoy hace 203 años: ligar indisolublemente su suerte, su anhelo de independencia y libertad, a la suerte y al destino de lo que por entonces era sólo una intuición y ahora es Bolivia.