LA NOTICIA DE PERFIL
Evo y el Día del Turismo
Evo y el Día del Turismo
Paulovich.- En días pasados se celebró “El Día del Turismo”, importante actividad que enriquece a muchos países y que no encontró desprevenido a nuestro presidente Evo quien se encontraba por casualidad en la ciudad de Nueva York jugando fútbol en una cancha próxima a la sede de las Naciones Unidas. Cuando uno de los yatiris que formaba parte de su comitiva le recordó la importante fecha, nuestro activísimo gobernante montó en su avión presidencial y ordenó a su piloto que los trasladara a la ciudad de Uyuni (Bolivia) donde se celebraría el Día del Turismo ante la aproximación del Premio “Dakar” que pasará por caminos bolivianos.
Me enteré de todos esos hechos gracias a mi Pariente Espiritual que lee todos los periódicos importantes del país en busca de noticias que pudieran interesar a su compadre cieguito que soy yo, quien publica esta columna los martes, jueves y domingos de cada semana.
Al saber que el presidente Evo vendría de Nueva York a Uyuni para celebrar el “Día Mundial del Turismo”, no pude menos que alegrarme y así se lo dije a la cholita cochabambina quien --en medio de suspiros-- me dijo que envidiaba al primer mandatario por su permanente rotación por el globo terráqueo mientras ella sólo viajaba de vez en cuando de Quillacollo a La Paz y viceversa, llegando una vez por año a la ciudad de Oruro durante los Carnavales.
Como yo viajé por el mundo cumpliendo misiones periodísticas, traté de explicar a mi comadre Macacha que nuestro presidente Evo rodaba por el mundo no por afanes turísticos sino por razones de política externa, las cuales te proporcionan un margen de tiempo para conocer los sitios turísticos que todos los países tienen y que por ello Evo y yo (por separado) visitamos la Torre de Londres y también algunos bares de Picadilly Circus.
La cholita de Quillacollo --para no quedarse atrás-- también me contó que cuando viaja a Oruro visita el templo del Socavón para saludar a la Virgen y también visita “El Naijama” para servirse unos nudos de cordero; ese recorrido viajero de mi comadre, seguramente experimenta el Presidente Evo cuando visita París y algunos amigos experimentados lo llevan a un cabaret famoso. Son gajes del oficio, dije a la cholita, aunque ella no entendió mi expresión y creyó que yo le estaba hablando de “gases del oficio” que son cosas diferentes.
Coincidimos plenamente en que el presidente Evo hace obligadamente un turismo de gran clase por el mundo y también por nuestra tierra de la cual quiere ser presidente vitalicio.
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