Los mejores aliados de los bosques

Los mejores aliados de los bosques

Luis F. Aguirre.- El 1 de octubre se conmemora el Día Mundial del Árbol, como una iniciativa para recordar los valiosos servicios que prestan cuando éstos conforman bosques, y por ende ecosistemas, que son fundamentales para la vida en el planeta. Los servicios que los bosques ofrecen son muchos, incluyendo la regulación climática, los recursos forestales y no forestales, prevención de la erosión y muchos otros. Bolivia posee más del 50 por ciento de su superficie cubierta por bosques y es indudable el enorme valor que tiene el mismo para todos nosotros. Por otro lado, los componentes naturales de los bosques, animales, plantas, microorganismos, hongos, sólo por mencionar algunos, tienen también un rol fundamental en permitir que éstos persistan en el tiempo mediante procesos ecológicos. En Latinoamérica y el Caribe, el 1 de octubre se conmemora también a uno de esos componentes que quizás sea uno de los organismos menos comprendidos en nuestra sociedad, pero que son aliados fundamentales de los boques y los humanos: los murciélagos.
En el mundo existen más de 1.250 especies de murciélagos y en Bolivia conocemos hasta la fecha 131 especies en prácticamente todas sus ecorregiones. Si bien la mayoría de la gente piensa que estos mamíferos son vampiros, en realidad son muy pocas especies con ese hábito (tres de las más de 1.250), mientras que la mayoría en realidad se alimenta de insectos y frutas, habiendo aquellos que se alimentan también de néctar, otros omnívoros y algunos pocos de pequeños vertebrados. Esta impresionante diversidad de tipos de alimentación que presentan los murciélagos tiene consecuencias muy importantes y valiosas para la naturaleza y para el mismo ser humano.
Están involucrados en procesos ecológicos muy importantes para el medio ambiente que incluyen la polinización, la dispersión de semillas y el control de poblaciones de insectos. Las especies de murciélagos frugívoros y nectarívoros son responsables que existan más de 800 especies de plantas en Latinoamérica, siendo muchas de ellas de importancia económica para el ser humano, como el ceibo, el ochoó, la balsa y el agave, de donde se saca el tequila. Un murciélago insectívoro puede comer entre 600 y 1.200 insectos por noche, incluyendo mosquitos que pueden transmitir enfermedades (fiebre amarilla, dengue) o ser plagas de cultivos. En algunas regiones pueden ahorrar a los agricultores hasta dos millones de dólares en la puesta de plaguicidas. Incluso el murciélago que se alimenta de sangre es importante, pues si bien causa problemas a la ganadería, se está empleando enzimas presentes en su saliva para la creación de fármacos contra enfermedades cardíacas.
Varios factores se suman a que las poblaciones de murciélagos se vean fuertemente afectadas y con riesgos muy serios de extinguirse. Entre éstos los más importantes están la destrucción del hábitat, de sus guaridas y la contaminación. En Bolivia se consideran a 12 especies en el Libro Rojo de especies de vertebrados amenazados. Para evitar perder a estos animales, es muy importante apoyar, promover y desarrollar acciones que vayan a favor de la conservación y protección de los mismos y de los hábitats en los que viven. Los murciélagos en la región, y en Bolivia en particular, son nuestros aliados fundamentales, contribuyen a mantener un ecosistema sano e incluso ayudan mediante sus servicios a la economía misma de los seres humanos; entenderlos y protegerlos es nuestra obligación.