PARALIZACIÓN. Después de casi dos décadas, el Gobierno de Estados Unidos vuelve a sufrir por la falta de fondos a raíz de las diferencias políticas entre demócratas y republicanos.
PRESUPUESTO DERIVA EN ENFRENTAMIENTO POLÍTICO
Cierre parcial del Gobierno genera inquietud en EE.UU.
Cierre parcial del Gobierno genera inquietud en EE.UU.
Washington prescindirá de miles de funcionarios públicos
Washington/EFE
Por primera vez en 17 años, el Gobierno de Estados Unidos puso ayer en marcha el cierre temporal de parte de sus operaciones por un periodo indefinido, ante la falta de acuerdo para financiarlas en un Congreso profundamente dividido.
Tras más de una semana de propuestas fracasadas en ambas cámaras del Congreso y una frenética jornada de trabajo el lunes, los legisladores no lograron alcanzar un acuerdo de última hora que permita mantener abierto el Gobierno, cuando comienza el nuevo año fiscal y se agotan los fondos anteriores.
"Por desgracia, el Congreso no ha cumplido con su responsabilidad. No ha sido capaz de aprobar un presupuesto y como resultado, gran parte de nuestro Gobierno debe cerrar ahora hasta que el Congreso vuelva a financiarlo", dijo el presidente de EE.UU., Barack Obama, en un video difundido por la Casa Blanca.
La Oficina de Presupuesto y Gestión de la Casa Blanca (OMB) instruyó a las agencias federales a "ejecutar los planes para un cierre ordenado debido a la falta de fondos".
Se desata así el primer cierre del Gobierno de Estados Unidos desde enero de 1996, que forzará a prescindir de unos 800.000 funcionarios y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según estimaciones de la Casa Blanca.
"(Un cierre del Gobierno) trabará los engranajes de nuestra economía en un momento en que esos engranajes han ganado algo de tracción", advirtió Obama en una comparecencia ante la prensa la tarde del lunes.
REFORMA SANITARIA
La reforma sanitaria aprobada en 2010 por Obama fue el núcleo del desacuerdo en el Congreso, donde el ala más conservadora veía el debate como una oportunidad única de hacer descarrilar la ley antes de que entrara en vigor, una parte clave de la misma, la oferta de seguros de salud para todos los estadounidenses.
Después de que el Senado rechazara el segundo intento republicano de atacar la reforma sanitaria mediante el plan presupuestario, la Cámara Baja aprobó la noche del lunes una tercera propuesta que buscaba retrasar durante un año la parte más importante de esa ley, la obligatoriedad de tener un seguro médico a partir de enero.
El Senado rechazó de inmediato esa propuesta, por 54 votos a favor y 46 en contra, y volvió a insistir en que se aprobara un plan para proveer temporalmente de fondos al Gobierno federal sin tocar la reforma sanitaria, bautizada por los demócratas como "resolución limpia".
Pero el líder republicano en la Cámara Baja, John Boehner, se negó a dar su brazo a torcer.
"No voy a negociar", dijo Boehner. "Le diré al presidente: esto no se trata de mí. No se trata de los republicanos en el Congreso. Se trata de justicia para los estadounidenses", agregó, y subrayó el "impacto devastador" que está teniendo la reforma sanitaria.
Demandas
Mientras sea presidente, no voy a ceder a las demandas temerarias de algunos en el Partido Republicano para negar una cobertura de salud asequible a millones de trabajadores estadounidenses"
BARACK OBAMA
PRESIDENTE EEUU
Obama destaca “histórica” apertura de seguros médicos
El presidente de EE.UU., Barack Obama, destacó ayer la "histórica" apertura de los llamados "mercados de seguros médicos", una de las disposiciones clave de la reforma sanitaria promulgada en 2010 y que comenzaron a funcionar con algunas demoras y problemas menores.
La puesta en marcha de esos mercados coincidió con el inicio de la paralización parcial de las actividades de la Administración federal, causada por la falta de acuerdo en el Congreso para aprobar fondos para financiar al Gobierno en el nuevo año fiscal, que comenzó ayer martes.
El ala más conservadora de los republicanos, fundamentalmente el movimiento Tea Party, busca condicionar esa financiación a retrasos en la aplicación de la reforma sanitaria, algo que rechazan los demócratas y el propio Obama.
"Mientras sea presidente, no voy a ceder a las demandas temerarias de algunos en el Partido Republicano para negar una cobertura de salud asequible a millones de trabajadores estadounidenses", advirtió Obama en una comparecencia en la Casa Blanca rodeado de beneficiarios de la reforma sanitaria.
Según Obama, "es extraño que un partido ponga el hecho de mantener a los ciudadanos sin seguro (médico) como la pieza central de su agenda, pero aparentemente es así".
El mandatario ya había dejado claro en los últimos días que los mercados de seguros médicos entrarían en vigor con independencia de si se producía un cierre parcial de las operaciones de la Administración.
En esos mercados los casi 48 millones de personas, aproximadamente un 15% de la población, que no tienen un seguro médico en EE.UU. podrán acceder a uno a precios asequibles y, en algunos casos, beneficiarse de subsidios federales.
En 34 de los 50 estados del país el Gobierno federal regulará total o parcialmente el funcionamiento de esos mercados, que estarán abiertos durante seis meses, hasta finales de marzo.
|