TRAGEDIA. Un hombre traslada el cuerpo de uno de los inmigrantes muertos.
TRATABAN DE ALCANZAR LA COSTA ITALIANA
Centenar de inmigrantes mueren en un naufragio
Centenar de inmigrantes mueren en un naufragio
Las víctimas procedían en su mayoría de países pobres del norte de África
Roma/EFE
Italia despertó ayer con la noticia de una nueva tragedia ocurrida en aguas de la isla de Lampedusa, con el naufragio de una embarcación en la que viajaban cerca de 500 personas y que dejó más de cien víctimas mortales y 200 desaparecidos.
Durante toda la jornada, los servicios de socorro rescataron de las aguas del Mediterráneo cuerpos sin vida, que fueron trasladados a los muelles de la isla, mientras que los buzos de la Guardia Costera localizaron entre los restos de la embarcación, que se encuentran a media milla de Lampedusa, decenas de cadáveres.
Según el testimonio de algunos de los 151 supervivientes de la tragedia, que aseguraron ser de nacionalidad eritrea y somalí, la embarcación, que inició su travesía en las costas de Libia, se incendió y acabó volcando, con lo que los indocumentados cayeron al mar, quedando atrapados algunos de ellos bajo la estructura de la barcaza.
Algunas reconstrucciones indican que el fuego pudo ser originado por un cortocircuito, mientras que otras señalan que fueron los propios inmigrantes los que decidieran encender un fuego para ser localizados, puesto que no pudieron contactar con los servicios de rescate a través de un teléfono.
Con esta nueva tragedia, por la que Italia decretó día de luto nacional, Lampedusa, considerada como una de las puertas de acceso a Europa por los inmigrantes dada su cercanía a las costas africanas, volvió a ser testigo de una travesía frustrada para aquellos que buscan en el viejo continente un futuro mejor huyendo de los conflictos y de la hambrunas en sus países.
Los medios de comunicación italianos se hicieron eco de las dramáticas escenas que se vivieron en la isla, donde los cadáveres de los indocumentados se agolpaban en sus muelles, mientras se intentaba dar cobijo a los supervivientes y los equipos de rescate mantenían una actividad frenética para intentar localizar a los desaparecidos.
"No sabemos dónde meter ni a los vivos, ni a los muertos", lamentaba la alcaldesa de Lampedusa, Giusy Nicolini, consciente de que la situación también es dramática en el centro de acogida de la isla, en el que actualmente se alojan 1.350 personas a pesar de que tiene una capacidad para cerca de 300.
La alcaldesa hizo patente además la extenuación que se vive en la isla: "¡Basta! ¿A qué estamos esperando? Lo que está pasando en Lampedusa es un horror continuo".
La tragedia, en la que murieron dos mujeres embarazadas y tres niños, es la tercera que se registra en pocas semanas y vuelve a poner en primer plano los problemas de la inmigración ilegal.
En esta línea se anunciaron asimismo denuncias por omisión de socorro, ante los testimonios que indican que tres pesqueros no prestaron ayuda a la embarcación cuando se encontraba en mar abierto.
Drama continuo
Instituciones y políticos se mostraron consternados por lo sucedido y pidieron que se ponga freno al continuo drama humano que se vive en las costas del sur de Italia.
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