LIBERTARIA
Un tipo de pavo inductivista
Un tipo de pavo inductivista
Luis Christian Rivas Salazar.- Desde el 2007 hemos sostenido que el gobierno masista es sumamente hostil con la libertad económica, con el capitalismo competitivo. Deducíamos esto de lo que leíamos y escuchábamos, y vimos cómo se cambió la Constitución para otorgar al Estado el control y vigilancia de toda la economía.
Está claro que estas medidas aplaudidas por socialistas de todo pelaje lograron mucho rédito político. El MAS logró posicionarse en el poder hasta ahora con el apoyo de la mayoría.
Lógicamente que se activaron las alarmas de quienes pensamos que no existe éxito socialista alguno digno de imitar; los empresarios, principalmente cruceños se atrincheraron en sus organizaciones cívicas hasta que el gobierno los desarticuló.
En el presente, los empresarios privados cruceños, fieles a sus intereses económicos, y los masistas fieles a sus intereses políticos, se han acercado para estrechar vínculos.
Pero cabe aclarar que los representantes de la empresa privada en todas las ciudades de Bolivia no representan a todos los empresarios, la mayoría de los cuales están en la informalidad o tienen poco o ningún vínculo con sus supuestos representantes. Los que fungen como líderes empresariales sólo encarnan a los más próximos, algunos no tienen empresa alguna, pero la mayoría de los verdaderos emprendedores están afuera, luchando día tras día por sobrevivir.
Como los masistas quieren ganar las próximas elecciones y conservar el poder, también ganando en Santa Cruz, saben que conquistando a sus dirigentes y empresariado-federado tendrán más confianza del pueblo.
Pero todo esto sólo es parte de una “estrategia envolvente”. El gobierno se muestra amigo de los federados, con asombro y horror de los anticapitalistas, para que este círculo empresarial aproveche de los privilegios y subvenciones del gobierno. Por ejemplo, sabemos que las importaciones disminuirán por diversas medidas que protegerán la empresa nacional; menos productos extranjeros llegarán para perjuicio del consumidor boliviano, pero la empresa privada nacional allegada engordará.
Engordará, parafraseando al epistemólogo Bertrand Russell y su pavo inductivista, como engorda un pavito que sale del cascarón y nota que el granjero todos los días le da su alimento a la misma hora, también le provee de agua en abundancia, como lo atiende con veterinarios cada vez que se pone mal, sea miércoles o domingo, día laboral o feriado, llueva, haga frío o haga calor; así irá creciendo y engordando de tal manera que verá al granjero de manera amistosa, hasta siente ternura y admiración por semejante buen hombre y saca su conclusión: “Siempre como a las 9 de la mañana”. Pero ¡ay! Se demostró de manera indudable que esta conclusión era falsa cuando, la víspera de Navidad, en vez de darle la comida, le cortaron el cuello.
La “estrategia envolvente” hará pensar al pavo inductivista empresarial, que todo está bien, que habían sido sus amigos y crecerá la empresa con los privilegios y subvenciones estatales, mercantilismo. Además, está escrito en el evangelio de Marx que para llegar al paraíso socialista se tiene que contar con fábricas, un país de proletarios necesita de empresas.
Por eso, este gobierno, que se muestra como amigo de todos, es el gobierno que más aprieta con cobro de impuestos. No nos sorprendamos de que lleguen citaciones a la puerta con diversas demandas, sean tributarias o laborales, de orden administrativo por controles del Estado. Poco a poco, los empresarios quebrarán y sus compañías pasarán a manos de sus trabajadores, como reza un nuevo decreto de gobierno. Cada empresario-pavo inductivista, tarde o temprano, tendrá su víspera de Navidad.
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