DESBLOQUEO. El senador republicano Ted Cruz (i) conversa con su colega Jeff Sessions.
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DESPUÉS DE MÁS DE QUINCE DÍAS DE PARALIZACIÓN

EEUU se salva de la suspensión de pagos pero quedan heridas

EEUU se salva de la suspensión de pagos pero quedan heridas

La Casa Blanca asegura que se levanta la amenaza de una obstrucción

Washington/Agencias

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer por amplia mayoría una propuesta para evitar la suspensión de pagos de EE.UU. y reabrir la Administración federal, iniciativa que ya había sido avalada por el Senado, con lo que pone fin a la crisis fiscal del país de las últimas dos semanas.
La ley garantiza el funcionamiento de la Administración hasta el 15 de enero y eleva el tope de deuda hasta el 7 de febrero.
La votación en la Cámara, de mayoría republicana, se saldó con 285 votos a favor frente 144 en contra.
La Cámara baja ratifica así el acuerdo bipartidista que previamente había alcanzado el Senado.
El compromiso se produce apenas una hora antes de que se alcance la fecha límite marcada por el Tesoro de EE.UU., que había anticipado que hoy, jueves, dispondría de menos fondos de los necesarios para hacer frente a sus obligaciones.
La crisis fiscal, fruto del enfrentamiento entre demócratas y republicanos, había provocado el cierre parcial de la Administración desde el pasado 1 de octubre y obligado a cerca de 800 mil empleados federales a quedarse sin empleo y sueldo durante más de dos semanas.
Asimismo, numerosos servicios y organismos públicos a cargo del Gobierno federal habían tenido que suspender sus actividades ante la falta de fondos.
Tras la aprobación en el Senado, el presidente Obama agradeció a sus líderes e instó a los legisladores "a que abandonen el hábito de gobernar de crisis en crisis". "Con suerte, la próxima vez, no se hará en el último minuto", dijo.


CICATRICES
Pese a que se esquivaron los efectos catastróficos anunciados, sí que restarán cicatrices, tanto desde el punto de vista político como económico.
Las encuestas muestran rotundamente la decepción de los ciudadanos con sus representantes electos: la aprobación de la labor del Congreso ha caído a cerca de un 10% esta última semana frente al casi 40% con la que contaba en 2009, según datos de RealClearPolitics.
La capacidad del Congreso para asestar a los estadounidenses "heridas autoinflingidas", como las ha calificado el presidente Barack Obama, ha vuelto a quedar demostrada.
Y es que después del drama de agosto de 2011, cuando el país se salvó "in extremis" de otra suspensión de pagos, también de madrugada, y después del acuerdo de última hora para esquivar el llamado "precipicio fiscal", el primero de enero de 2013, el Congreso parece no saber avanzar si no es fabricando crisis innecesarias.
En el verano de 2011, los estadounidenses se hicieron expertos en el debate sobre el "tope de endeudamiento federal", entonces situado en 14,29 billones de dólares.
Republicanos y demócratas volvieron a escenificar otra cuenta atrás a comienzos de este año con ocasión del denominado "precipicio fiscal". Al final, el compromiso sobre el déficit no llegó pero los recortes automáticos y subidas de impuestos, sí, y para eludir el precipicio hubo que pactar otro alivio temporal que es el origen de la crisis de estos días.
En esta ocasión, al drama de la deuda se añadió el cierre parcial de la Administración federal.
Al cierre de edición (1:00 de hoy, hora boliviana) se informó que Obama firmó la ley.

Al borde del abismo

El acuerdo alcanzado se produjo poco antes de que se alcance la fecha límite planteada por el Tesoro de EE.UU., que había anticipado que podría verse obligado a declararse en suspensión parcial de pagos