GOBERNANTES. El Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, llega a Panamá acompañado de su esposa, Elvira Fernández.

MANDATARIOS ASISTENTES LLEGAN A PANAMÁ

Cumbre Iberoamericana abre con varias ausencias

Será la primera vez que el rey de España, Juan Carlos I, no asista a este evento debido a que fue sometido a una cirugía de cadera

Panamá/EFE

Los primeros gobernantes iberoamericanos llegaron ayer a Panamá para asistir a la XXIII Cumbre Iberoamericana que reformará estos foros.
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, fue el primero que llegó, al que siguieron el dominicano, Danilo Medina, y el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, que viajó acompañado de su esposa, Elvira Fernández.
También llegó la delegación de Portugal y se esperaba ayer al presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Pero sobre la alfombra roja que recibe a los mandatarios se producirán varias ausencias destacadas, como la del rey Juan Carlos de España, que por primera vez desde la creación, en 1991, de estas cumbres estará ausente debido al periodo de recuperación de una intervención quirúrgica de cadera el pasado 24 de septiembre.
Tampoco asistirán la presidenta argentina, Cristina Fernández, que se recupera de una operación, y, por diversos motivos, los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Dilma Rousseff; Uruguay, José Mujica; Chile, Sebastián Piñera; Ecuador, Rafael Correa; y de Guatemala, Otto Pérez Molina. No se espera al venezolano, Nicolás Maduro, y al cubano, Raúl Castro, que no asistieron a ninguno de estos encuentros como jefes de estado.
La jornada de víspera de la cumbre tuvo un marcado carácter económico con la celebración del IX Foro Empresarial Iberoamericano, que congregó en la capital panameña a los directivos de las principales empresas de América Latina, España y Portugal.
En la inauguración, el presidente del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), Samuel Urrutia, alertó del inminente fin de los "vientos de cola" para la región.

Alarma

El secretario iberoamericano, Enrique Iglesias, advirtió que "el mundo que vendrá va a ser más inestable y más inseguro".
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