ACTOS. La ciudad de El Alto conmemoró una década de la Guerra del Gas.
ACTOS. La ciudad de El Alto conmemoró una década de la Guerra del Gas.

RECLAMA UNA TREINTENA DE DEMANDAS

El Alto, una humilde ciudad determinante en la política

El Alto, una humilde ciudad determinante en la política

La ciudad de El Alto, la más pobre del país, que estos días se movilizó para reclamar mayor peso político en el Gobierno, es una urbe clave en la política nacional cuyos habitantes lograron derrocar gobiernos y bloquear la Sede de Gobierno del país en numerosas ocasiones.
"El Alto de pie, nunca de rodillas" es el lema de esta orgullosa ciudad, la segunda más poblada del país con casi 900 mil habitantes, en su mayoría aymaras y una de las más altas del mundo.
Los votos de este municipio, que aglutina a casi el 10% de la población, serán de crucial importancia en el tablero político de cara a las elecciones presidenciales de 2014, como también lo fueron en los comicios de 2005 y 2009, cuando el respaldo de los alteños resultó decisivo para encumbrar en la Presidencia a Evo Morales.
Sin embargo, la misma ciudad que ayudó a entronizar a Morales marchó esta semana en protesta contra su Gobierno.
Los líderes vecinales de El Alto reclamaron al Ejecutivo dirigir tres ministerios y que se dé cumplimiento a 30 demandas regionales.
Ciudad de contrastes, de grandes fortunas aymaras pero sobre todo verdadera miseria, cuando El Alto decidió ponerse en pie logró, incluso, derrocar gobiernos.
Esta semana se celebró en esa urbe, y en presencia de Morales, el décimo aniversario de la llamada "Guerra del Gas", que cobró más de 60 muertos por la represión militar cuando la ciudad se echó a la calle contra la decisión gubernamental de exportar gas a Estados Unidos a través de Chile.
Los incidentes culminaron con la caída del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que escapó a EE.UU, país en el que aún reside y al que Bolivia reclama su extradición.
La capacidad de movilización de los alteños es una de sus señas de identidad, hasta el punto de que en numerosas ocasiones mantuvieron La Paz, sede del Gobierno de Bolivia, bloqueada durante días, sin permitir la entrada de alimentos y gas, con las consiguientes carestías.
Su ubicación estratégica permite que, cuando quiere protestar, El Alto "toma de rehén" a La Paz.
El último de esos bloqueos se produjo esta misma semana, cuando la ciudad se movilizó para reclamar al Gobierno el cumplimiento de 30 demandas, entre ellas, que tres ministerios sean dirigidos por líderes de El Alto.
Las demandas incluyen además la creación de un "fondo compensatorio para las víctimas" de la "Guerra del Gas".
A esa reivindicación se sumó también la Defensoría del Pueblo, que en un comunicado consideró que el país le debe a El Alto "un acto de justicia que sancione con la mayor severidad a quienes fueron autores materiales e intelectuales de los días de masacre y violencia que segó la vida de más de sesenta de sus hijos e hijas y que dejó secuelas imborrables en sus heridos y huérfanos".
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, recordó también que "El Alto es hoy una ciudad que presenta inadmisibles niveles de pobreza y desigualdad, que sufre el rigor de un alto índice de inseguridad ciudadana, violencia intrafamiliar y carencia de servicios que garanticen el ejercicio de los derechos fundamentales".
Ciudad caótica y eminentemente comerciante, El Alto recordó esta semana que fueron alteños quienes pusieron "pecho a las balas" del "Octubre Negro", y que a pesar de los baños de masas que Morales se da en esa ciudad, sus habitantes pueden tornarse en acérrimos enemigos del Gobierno. EFE

Exigencia

El Alto reclama tres ministerios, un fondo de compensación entre una treintena de demandas.
EL ALTO BUSCA MAYOR PESO POLÍTICO