CARTAS AL DIRECTOR

¡Dejen de ser cabrones!

Marcos Bustamante Morales.- Expresión de justa ira producida por el abuso de poder y la falta de independencia y responsabilidad de un sistema judicial que ha sido enclaustrado en el cuarto oscuro del miedo y la mediocridad.
El derecho a la vida es un derecho humano fundamental, universal, reconocido por la Constitución Política del Estado: “Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes”. Si este derecho no se respeta, todos los demás derechos carecen de sentido.
Pero los esbirros del poder, los que actúan condicionados por el favor político, la promesa de un ascenso o la deuda por algún nombramiento, salivan y jadean de contentos cada vez que hacen méritos para el beneplácito de los amos. Perseguir judicialmente a los oponentes, abrirles procesos por todo y nada, amedrentarlos y escarmentarlos por la osadía de ser disidentes, es su trabajo.
Aydeé Nava Andrade, la ex Alcaldesa de Sucre, sufrió en diciembre del año pasado un primer cuadro crítico de embolia y la semana pasada un accidente cerebrovascular agudo, pero lo más grave –según el médico que la atiende– es que un tercer cuadro de esta naturaleza puede ser fatal, es decir, puede acabar con su vida.
Salió del hospital el día martes 15 de octubre y el parte médico señala que debe estar en reposo domiciliario por lo menos un mes para restablecer su salud; sin embargo, en una actuación irracional, inhumana, perversa y fuera de toda lógica, fue citada a una audiencia judicial el día jueves 17, sólo dos días después de habérsele dado de alta por un accidente cerebrovascular agudo y no por una simple diarrea.
Valiente e íntegra como es, asistió a la audiencia de marras en silla de ruedas, acompañada de una enfermera y de su familia acongojada que vive en ascuas por estos extremos. Esta es, precisamente, la demostración de un trato cruel, inhumano, degradante y humillante que prohíbe la CPE. Esto es tortura psicológica, aunque traten de camuflar las cosas con subterfugios jurídicos. Esto es, a todas luces, una cabronada.
Pero he aquí las malas noticias para los “administradores de justicia” y los “perseguidores del Estado”, Aydeé Nava Andrade, que enfrenta cinco procesos judiciales simultáneos (todos con un alto grado de “ajusticiamiento político”) recibe día a día la solidaridad del pueblo de Sucre, las muestras de apoyo crecen constantemente y las personas que nada tienen que ver con la politiquería (una multitud) creen y confían en su inocencia. Ante el veredicto del pueblo, ella está ganando una vez más. Hay victorias morales que son más resonantes y contundentes que los pírricos y ocasionales triunfos judiciales y aquí se cumple una añeja sentencia: “Por la libertad así como por la honra se debe y puede aventurar la vida”, la misma que acuñara el famoso Quijote de la Mancha.
Un asunto que es particularmente preocupante es el que está referido al Poder Judicial, duramente cuestionado y criticado por el propio Presidente del Estado. En su densa confusión y sometimiento continúa cometiendo errores y chambonadas; por ello, hace falta dotarle de profesionales probos, dignos, íntegros y comprometidos para salvarlo, comprometidos con la justicia, claro está. El poder es efímero; en cambio, la justicia es un bien público permanente que debemos defenderlo con responsabilidad.