EDITORIAL
La burocracia, una enfermedad nacional
La burocracia, una enfermedad nacional
La burocracia es uno de los factores que más perjuicios causa a la buena marcha del país. Luchar contra ella debe ser pues una causa común
Con cierta frecuencia, en este matutino como en muchos otros medios de comunicación, suelen publicarse ilustrativos reportajes sobre los múltiples efectos negativos que la excesiva burocracia tiene sobre la buena marcha de las actividades públicas y privadas en nuestra sociedad. Es un tema recurrente, pues si hay algo en lo que todos los bolivianos estamos de acuerdo es en que el nuestro es un país que está siendo asfixiado por la enorme cantidad de barreras burocráticas que cualquier persona o institución debe superar si pretende actuar dentro de los marcos de la ley.
El más reciente de los casos expuestos es el relativo al proceso que se debe seguir para concretar un trámite en las principales comunas. Un proceso que con razón ha sido calificado como un “martirio”, pues es tan ampulosa la serie de requisitos que se exigen, tan angustiante la falta de información que guíe los pasos de la gente, tan incómodos los ambientes en los que se deben pasar largas horas de espera, y en fin, tan desagradable todo lo que rodea el peregrinaje, que ese término u otro parecido es el que mejor se adecua para describir el maltrato al que es sometida la gente que sólo desea cumplir con sus deberes ciudadanos.
Algo muy similar podría decirse de cualquier otra repartición estatal, pues las oficinas municipales no son una excepción, ni mucho menos. Y los atribulados ciudadanos que tratan de hacer algún trámite particular no son las únicas víctimas, pues el mismo drama se multiplica a escala de instituciones, empresas y, paradójicamente, entre unas reparticiones estatales y otras, cada una de las cuales actúa como si su principal razón de ser fuera entorpecer el trabajo de todas las demás.
Un ejemplo de esa dimensión de los perjuicios que causa la burocracia se pudo ver hace poco durante la realización del Encuentro Agroindustrial Productivo, “Más inversión, Más empleo”, organizado por la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz, en el que representantes del sector privado compartieron con el vicepresidente Álvaro García Linera sus preocupaciones sobre los principales factores que dificultan la actividad productiva. El excesivo papeleo burocrático fue identificado como el principal, el más nocivo de todos los escollos, pues según los cálculos empresariales hasta un 35 por ciento de sus costos corresponde a las desmedidas exigencias.
Muy ligado el anterior está el hecho de que entre los principales argumentos esgrimidos por los ejecutivos de las empresas estatales para justificar la lentitud con que avanzan los proyectos a su cargo también se destacan los escollos burocráticos.
Así pues, por donde el asunto se mire, sea desde el punto de vista del ciudadano común, del empresario afanado en desplegar su actividad productiva, o del funcionario público deseoso de hacer su trabajo, se podrá encontrar que la burocracia es un verdadero obstáculo que impide el desarrollo de las actividades públicas y privadas. Razón más que suficiente para hacer de la lucha contra la burocracia una de las causas comunes que tanta falta hacen en nuestro país.
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