TRÁFICO. La motocicleta es un medio de transporte rápido y económico, pero requiere mucha precaución por parte de quienes la conducen.

SEGÚN ESTUDIO ESPECIALIZADO

La fiebre por las dos ruedas deja muchas cruces

Cada año, miles de personas son víctimas de accidentes en las calles de las ciudades

Bogotá/EFE

Millones de motocicletas zigzagueantes circulan a diario por las congestionadas calles de las principales ciudades de América Latina, donde el uso de este medio de transporte crece a un ritmo casi tan acelerado como el de sus víctimas.
Las muertes relacionadas con la motocicleta en la región aumentaron un 227% en 12 años, al pasar de 3.209 en 1998 a 10.505 en 2010, según el estudio "Tendencias de heridas fatales en las Américas 1998-2010", que abarca a 17 países.
Los hombres son los mayores usuarios de motos en América Latina y los de edades entre 25 y 34 años son los que más sufren los accidentes, que aumentan a medida que crece el número de motos en circulación.
Detrás del auge de las motos están tanto la bonanza económica, como el hecho de que sea más fácil eludir los obstáculos del caótico tráfico de ciudades como México DF, Sao Paulo o Bogotá con un vehículo más pequeño y manejable que un automóvil.
Si además la moto cuesta mucho menos que un auto, gasta menos combustible, los requisitos burocráticos son menores, hay posibilidad de créditos "blandos" y está exenta, en algunos países, de las restricciones impuestas a la circulación, mejor imposible.
Desde el punto de vista de los peatones y automovilistas, la percepción es bastante diferente y en general se ve a las motos y sus conductores como una fuente constante de problemas, la "peor pesadilla" para el tráfico, dicen algunos.
Pese a todo, en Brasil, el número de hogares con motocicleta creció un 48.4% entre 2008 y 2012 y hoy en día un 11.6% de las familias cuenta con una moto y un 8.5% con automóvil y moto, según el oficial Instituto de Investigación Económica Aplicada.
Según datos oficiales, se registran más de 12.000 muertes por año entre usuarios de motocicletas en Brasil y una cifra aun mayor, 16.000, en México, donde en los primeros ocho meses del año la venta de motocicletas aumentó un 18.2% respecto al mismo periodo de 2012.


INCREMENTO
La Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas de Chile (ANIMC) prevé que la venta de esos vehículos aumentará este año un 17% y se situará en 65.604 unidades frente a las 55.933 de 2012.
Según ANIMC, en Chile hay una moto por cada 124 personas, proporción mucho más baja que las de Colombia, Brasil y Uruguay.
Los últimos datos oficiales de Uruguay revelan que hay más de un millón de motos en circulación en un país de 3,3 millones de habitantes y que el 64% de las 431 personas muertas en accidentes de tráfico en los primeros nueve meses del año eran motociclistas.
Además, el 20% de los peatones fallecidos en accidentes en el mismo periodo fue atropellado por una motocicleta.
En Argentina el parque de motocicletas era en 2011 de 4.4 millones de unidades, según cifras oficiales, pero organizaciones del sector calculan que actualmente superan los cinco millones.
Sólo en el mes de agosto, según la Asociación Argentina de Motovehículos, se patentaron un 11.7% más motos que en el mismo periodo de 2012.
Hoy el costo de mantener una moto representa el 1.3% del sueldo de un asalariado argentino promedio, pero la contracara es que, según datos de la asociación civil Luchemos por la Vida, en Argentina el 34% de las víctimas fatales de los accidentes de tránsito son motociclistas.
En Venezuela, donde no hay datos oficiales recientes acerca del número de motos registradas ni el número de accidentes, los mototaxis son un éxito en ciudades como Caracas, que tiene 515 líneas de este sistema de transporte.
La Asociación Automotriz del Perú (AAP) señala que en 2012 estaban inscritas 170.811 motocicletas en el Registro de propiedad vehicular, un 20% más que en 2011.

Vulnerables

La OPS advierte que los conductores de motocicletas son especialmente vulnerables a las lesiones, porque esos vehículos ofrecen poca protección, alcanzan grandes velocidades y son más difíciles de ser vistos en el tráfico.