LA NOTICIA DE PERFIL

Wall Street y Bolivia

Wall Street y Bolivia

Paulovich.- Una información radial interrumpió la lectura de los periódicos que realiza caritativamente mi pariente espiritual para este periodista cieguito, preguntándome qué cosa era eso de “Wall Street Journal”, explicándole suavemente que se trataba de una importante publicación que trasunta la opinión de los círculos financieros de Estados Unidos que actúan a través de la Bolsa de Valores que funciona en la famosa calle newyorquina.
Mi improvisada y breve explicación no satisfizo a la cholita cochabambina quien me dijo que la única Wall Street que ella conocía funcionaba alrededor del Mercado Rodríguez en la ciudad de La Paz.
Traté de hacerle conocer los parecidos y diferencias acerca de la famosa calle de New York ufanándome ante la prestamista criolla de haber visitado alguna vez la afamada calle, sorprendiéndome de la febril actividad de la Bolsa que allí funciona, donde se juegan acciones y valores de gran parte del orbe.
Yendo al grano ¿qué dice el importante periódico acerca de nuestro país? Pues nada más ni nada menos que Bolivia es un narcoestado y que vamos en camino a convertirnos en un nuevo Afganistán.
Eso de narcoestado –dijo mi comadre– lo entiendo porque yo también creo lo mismo y así también lo sostuvo anteriormente la más importante revista del Brasil, mancha que no hemos podido limpiar ni lavar con “kirusilla” ni otros detergentes más poderosos.
Lo que hasta ese momento no entendí fue que “uol street yornal” dijera que vamos en camino a convertirnos en otro Afganistán. Duda que la ilustrada e inteligente cholita quillacolleña, aclaró de esta manera: “Hace tiempo, compadrito, esa pobre nación se convirtió en refugio de terroristas islámicos seguidores de Osama Bin Laden quien comandaba a los fanáticos del Islam que atacaron New York y Washington; eso quiere decir que en Bolivia estamos cobijando y protegiendo a terroristas fanáticos, tal cual hicieron los gobernantes de ese desdichado país”.
Como no hay peor ciego que el que no quiere oír, manifesté a mi comadre que nunca había sabido de la presencia de islámicos peligrosos en Bolivia, respondiendo la cholita clarividente: “Hace años, compadrituy y cieguituy querido, nuestro Presidente Evo y su Yatiri Principal entablaron relaciones diplomáticas con Irán y el presidente de ese país visitó Bolivia en dos oportunidades, firmando ambas potencias convenios que no conocemos, aunque todos estamos informados de la existencia de Uranio en algunas zonas del país, recibiendo de los iraníes la donación de un Hospital Iraní en El Alto administrado y atendido por personal iraní vistiendo el personal femenino a la usanza musulmana”.
Quedé bastante alarmado ante la publicación del Wall Street Journal y la presencia de terroristas islámicos en nuestro país y mi comadre quedó temblando al saber que en el departamento de Cochabamba se construyen cuarteles y aeropuertos en la zona tropical del Chapare. La cholita se santiguó y me dijo casi llorando: “Dios nos pille confesados, compadrituy” Yo le respondí: “Amén Macacha del alma mía ¿quién se quedará con ‘nuestra’ plata…?”