PAULOVICH

Escasez de santos en el país

Escasez de santos en el país

Paulovich.- Mañana celebramos la festividad de Todos Santos, destinada a honrar a todos los Santos reconocidos por la Iglesia católica, aunque muchos de ellos no sean honrados en los altares pues son tantos que rebasan a los días del calendario litúrgico.
Mi pariente espiritual me preguntó quiénes son los santos, respondiéndole prestamente que los santos son aquellos cristianos que vivieron y murieron cumpliendo la voluntad de Dios, palabras que la hicieron reflexionar para luego decirme: “¿Usted cree, compadre, que tenemos muchos santos en Bolivia?”, respondiéndole que nunca supe que hubiera existido un santo nacido en nuestro territorio y mucho menos en esta virtuosa época del Estado Plurinacional, multicolor y folclórico.
Al mencionar ese ingrediente político en nuestra charla sobre temas espirituales referentes a las almas escogidas que viven siguiendo la perfección, saltó la cholita cochabambina diciendo: “Esta mañana fui al mercado después de asistir a la Santa Misa y pude comprobar que hay escasez de papa y también de tomate, de harina, de azúcar y también de pan de batalla, ¿por qué en esta situación no podría haber también una escasez de santos en nuestro infortunado país…?”
No pude menos que sentirme feliz ante el razonamiento de mi comadre Macacha y me abalancé sobre ella para darle un casto beso en su mejilla, pero ella hábilmente lo esquivó y casi caigo de bruces en el suelo.
Conmovida ante mi aparatoso fracaso, la amorosa cholita me explicó que el alma bendita de su fallecido esposo Don Nemesio la había venido a visitar anticipándose al Día de Difuntos y la espiaba a todas horas y en todas partes para convencerse de que la amistad entre ella y este periodista eran limpia y sin pecado,
Pedí disculpas a mi comadre quillacolleña por haber olvidado que Don Nemesio la visitaba y nos espiaba, prometiéndole no volver a caer en nuevas indiscreciones.
Volviendo a la falta de papas, tomates, harina y Santos en nuestros mercados, Macacha me preguntó con su habitual malicia si nuestro presidente Evo Morales podría ser el primer santo boliviano, lo cual me produjo una risa sardónica, argumentando seriamente la cholita que la Universidad de La Plata le había nombrado Doctor Honoris Causa, respondiéndole que eso me parecía improbable.
Mi comadre Macacha no se dio por vencida y llevada por su admiración por Evo, me dijo: “Ya pronto este gobierno del Movimiento Al Socialismo cumplirá ocho años en el poder. ¿No cree usted, compadre, que en tanto tiempo no hubiera producido un solo Santo?”
Yo le respondí muy seriamente: “El único santo socialista que conozco es Santos Ramírez, quien ya hizo un milagro: ahora sólo goza de arresto domiciliario”.