CARTAS AL DIRECTOR
Entre hocicos y dientes
Entre hocicos y dientes
Edgar Fernando Apaza Ontiveros.- La influencia de los animales en las personas ha sido importante; la domesticación les dio cabida, pero específicamente en el caso de los perros, se observa un problema latente en las calles de nuestra ciudad, ya publicado por Correo del Sur el día martes 8 de octubre en el que se calculan 50 mordidas de perros en una semana; asimismo, en la revista “ECOS” se reveló que de ese medio centenar de casos, sólo dos tienen seguimiento. Este problema y la vulnerabilidad a la rabia, se debe a una cantidad excesiva de perros que no tienen dónde habitar, tampoco dueños que sean responsables; así andan vagantes, nauseabundos, en pos de hembras en celo y ansiosos por conseguir el bocado del día.
Es un prejuicio pensar que ningún perro callejero es ofensivo porque al ser animales se desprende de ellos el instinto; por precaución, nadie pasa por la acera en la que pelean 15 perros por una hembra; el resultado: hembras preñadas y cachorros botados impotentemente a la calle, sin culpa de no nacer en una casa donde puedan mantenerlos.
Los voluntarios de la Sociedad Protectora de Animales hacen un trabajo arduo, pero la cantidad de perros es inmensa y sobrepasa a los que se pueden mantener; hay una negación rotunda al exterminio. No obstante, aunque se vea a los perros como hijos y parte de la familia, no son humanos.
Por la red "Facebook" se pasan imágenes con títulos de "¿por qué matar a un perro que muerde a una niña, y no matar a un asesino?". César Milán, un experto en esa temática, acepta la afirmación de la diferencia, explicando que esa es la primera diferencia, es un perro y se debe tratarlo como tal, no obstante, para abordar el problema, es necesario sacar esos vestigios de subjetividad y egoísmo. Se debe abrir la mente, coincidir y conciliar para un provecho integral de toda la población.
Ahora bien, apuntar a una solución que implique la formación de una cultura de domesticación necesita trabajo, primero de los dueños, y por otro lado de las autoridades con una medida simultánea, comenzando por la concientización a los niños de la manera correcta, de impedir una procreación prolífera, e inculcar cultura de tenencia de animales. Asimismo, se plantea la esterilización de las hembras, pero no de las mayores; esta propuesta no puede ser a corto plazo porque la cantidad de perros es mayor a los esfuerzos posibles; una solución posible a largo plazo, sería esterilizar a perras que recién entrarán en una etapa de procreación.
Asimismo, no se debe descartar la propuesta que se hizo de exterminar a los perros que no tienen dónde vivir y tampoco pueden ser sostenidos por la Perrera Municipal; es mayor la cantidad de perros que está en las calles, sufriendo altas y bajas temperaturas, lluvias y hambre.
Trabajando las propuestas se prevería la cantidad de perros y se generaría una cultura de domesticación. De manera simultánea, la educación, el exterminio y la esterilización son la solución.
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