TRADICIÓN. En el cementerio de Lajastambo, las familias recibieron a las almas con música.
En cementerios de la periferia se festeja sin restricción
En cementerios de la periferia se festeja sin restricción
La celebración de la fiesta de Todos Santos, en los cementerios de Lajastambo, K’atalla y Sancho, ubicados en la periferia de la ciudad, fue sin restricciones; los familiares introdujeron chicha y cocteles en bidones y bebieron hasta la hora que quisieron.
En el cementerio de Lajastambo, ubicado cerca del hospital San Pedro Claver, los rezos se intercalaron con la música de las bandas que interpretaron marchas fúnebres y boleros o simplemente un silencio de trompeta. Los músicos cobraron entre Bs 5 y 25, por cada tema.
“Esta costumbre viene desde nuestros abuelos y nosotros tenemos que mantenerlo”, manifestó Martín Colque, al señalar que la mayoría de los difuntos son inmigrantes del norte de Potosí.
Del mismo modo, en el cementerio de K’atalla que es utilizado por la mayoría de los barrios ubicados en la zona norte de la ciudad, los familiares acudieron masivamente y celebraron la fiesta sin restricción.
En el cementerio de la zona de Sancho, ubicado detrás del cerro Sica Sica, la gente, en su mayoría proveniente de las provincias de Chuquisaca, recibió a las almas con muchas flores y “turcos” que ellos denominan a las t’hanta wawas.
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