LA NOTICIA DE PERFIL

Un Presidente Deportivo

Paulovich.- Ayer, mi comadre cholita me sorprendió llegando a mi casa cargada de periódicos y vistiendo shorts en lugar de su tradicional vestimenta de cholita cochabambina, explicándome que había cambiado ocasionalmente de fachada pues había estado en el Club de Tenis La Paz donde había practicado ese deporte con los antiguos tenistas Gonzalo Artieda y José Antonio Zelaya, miembros del Jurassic Park.
Me agradó conocer su afición deportiva y la cochabambina quiso saber si yo había practicado algún deporte en mi juventud, manifestándole que nunca porque ya en mi niñez fui rebautizado con el sobrenombre de “el chusu” prefiriendo siempre cultivar el chisme, requisito indispensable para el ejercicio del periodismo. Luego, mi pariente espiritual me informó que el domingo, nuestro Presidente asistió al partido de fútbol entre Bolívar y The Strongest, imponiéndonos los bolivaristas por tres goles contra dos, y que al salir el presidente Evo del campo deportivo anunció que en su nuevo gabinete habrá un Ministro de Deportes.
Mi comadre Macacha celebró la idea del presidente vitalicio, aunque yo tuve algunos reparos pues conociendo algo el temperamento del señor Evo, éste podría decretar a las cinco de la mañana (entre gallos y medianoche) que Bolivia asistirá al Campeonato Mundial en Brasil, con el apoyo de Venezuela, Cuba, Nicaragua y otras potencias del Alba y Unasur.
La cholita de Quillacollo, feliz con la creación del Ministerio de Deportes, me manifestó que el mandatario Evo mandaría construir un millón de canchitas de fútbol con césped sintético en todo el territorio nacional en vez de hospitales y escuelas, porque hace ocho años ya dejamos de ser un “Pueblo Enfermo”, como nos consideró el sociólogo liberal Don Alcides Arguedas.
Mantuve mi escepticismo acerca de los beneficios que nos traería el Ministerio de Deportes y así se lo dije: que dicho Ministerio podría determinar la duración de un encuentro de fútbol que podría ser alargado a gusto del Presidente hasta 900 minutos de acuerdo con las necesidades políticas del Presidente del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico, de idéntica manera a lo que se hace ahora con la duración del periodo presidencial.
La cholita de Quillacollo insistió en los beneficios que nos traería el nuevo Ministerio de Deportes hasta que yo le manifesté que tal repartición del Poder Ejecutivo lo primero que haría es designar a Orinoca sede de la Federación Boliviana de Fútbol, y declarar al Club de San José Campeón Vitalicio de Fútbol, siendo lo más grave de todo que se expulsaría del país a todos los futbolistas extranjeros que actúan en nuestros equipos locales, posibilidad que la preocupó un poco, asestándole otro golpe más duro al decirle que Evo y su Ministro de Deportes ordenarían el cambio inmediato de nombres de clubes que están en inglés y de esta manera The Strongest cambiaría de nombre y se convertiría en el Club Kalakataya Warikasaya y el poderoso Wilstermann se llamaría el Club de los Aviadores o el Cóndor Pasa, lo cual me parecía horrible y a la vez injusto.
Mi comadre salió preocupada de mi casa retornando luego vestida de cholita, luciendo sus hermosas polleras en vez de sus shorts que lució jugando al tenis con algunos de mis amigos.