EMERGENCIA. Un equipo que transporta comida y material humanitario llega a la arrasada ciudad de Tacloban.
GOBIERNO DECLARA ESTADO DE CALAMIDAD
Filipinas intenta surgir en medio del desastre
Filipinas intenta surgir en medio del desastre
Las ciudades más afectadas comienzan a sentir la falta de alimentos y víveres para las miles de personas damnificadas
Manila y Pekín/EFE
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró ayer el estado de calamidad en todo el país a raíz de la devastación causada por el tifón Haiyan, que azotó el archipiélago filipino el pasado viernes.
Aquino, quien visitó la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, donde según cálculos de la gobernación provincial podrían haber muerto unas 10.000 personas, hizo el anuncio durante un mensaje emitido por televisión.
Con esta declaración, el Gobierno filipino podrá imponer precios máximos a los artículos de primera necesidad y controlar los artículos para evitar la especulación y el acaparamiento de bienes, como medicamentos o productos derivados del petróleo, informó el canal "GMA".
La creación de fondos especiales destinados a la reparación de las infraestructuras y servicios públicos y la concesión de préstamos sin intereses a los sectores más afectados de la población, son otras de las medidas aplicables.
Miles de personas afectadas por el tifón Haiyan transitan por las carreteras de la isla de Leyte en busca de alimento y agua, cuatro días después de que el fenómeno meteorológico arrasara las provincias centrales de Filipinas.
El gobierno provincial arrojó sacos de arroz de 50 kilos en los laterales de las calzadas, donde imperaba la ley de la fuerza ante la falta de presencia de las fuerzas del orden.
Los equipos de limpieza también llegaron a la zona para apartar los amasijos de cables, árboles caídos y toneladas de escombros procedentes de antiguas casas y otros edificios, que bloquean el tránsito rodado y la llegada de ayuda a las zonas más aisladas.
Los propios residentes confirmaron la nula presencia de las fuerzas del orden, aunque reconocen que las autoridades locales también se vieron afectadas por los estragos del tifón.
El portavoz de Defensa Civil, Reynaldo Balido, afirmó que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas es una de las "principales prioridades", mientras la Policía Nacional y el Ejército envió a la zona efectivos de refuerzo para asegurar la paz y el orden en la región.
CHINA Y VIETNAM
Asimismo, el tifón llegó ayer lunes al norte de Vietnam, aunque ya debilitado pero con vientos de más de 100 kilómetros por hora, lo que causó al menos 13 muertes entre quienes trabajaban para atajar las consecuencias. Haiyan tocó tierra en la provincia de Quang Ninh, al norte del país.
Por otra parte, al menos cuatro personas murieron en el sur de China por las lluvias generadas por el paso del tifón Haiyan por la región, en la que hay al menos siete desaparecidos desde el domingo, según las autoridades locales.
El tifón llegó a la región autónoma de Guangxi Zhuang con vientos de cerca de 118 kilómetros por hora, después de haber tocado tierra en Vietnam.
Debilitado ya a tormenta tropical, Haiyan se desplaza hacia el noreste a una velocidad de 15 kilómetros por hora.
Latinoamérica se unió ayer a las manifestaciones de solidaridad expresadas por el papa, la ONU y la mayoría de países del mundo a Filipinas tras el devastador paso del tifón "Haiyan", que se calcula puede haber causado unos 10.000 muertos y ante el cual se ha anunciado este lunes ayuda humanitaria masiva.
"Esperamos que (la cifra de muertos) no sea mayor", dijo el lunes el director de operaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, John Ging, quien afirmó que "Haiyán" es "el mayor tifón registrado en casi un siglo", por lo que hace falta "una respuesta masiva".
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