DESASTRE. La población de las zonas afectadas sufre por la falta de alimentos básicos.
DESASTRE. La población de las zonas afectadas sufre por la falta de alimentos básicos.

MIENTRAS AUMENTA NÚMERO DE VÍCTIMAS

Filipinas: Falta de comida agrava crisis de población

Filipinas: Falta de comida agrava crisis de población

La ONU pide a países aumentar la ayuda para paliar la grave situacion

Manila/EFE

El número de muertos por el tifón Haiyan, que arrasó el centro de Filipinas, supera ya los 1.700, según fuentes oficiales, mientras aumenta la desesperación entre los supervivientes, para quienes la ONU pidió ayer a la comunidad internacional ayuda por valor de 224 millones de euros.
Cuatro días después del paso del tifón, escasea el agua potable, la comida y los supervivientes no encuentran cobijo, en especial en la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte.
Las provisiones llegan con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por Haiyán (bautizado como "Yolanda" por las autoridades locales), aunque las agencias nacionales e internacionales empezaron a desplegarse en la zona.
Prácticamente nada de la ayuda internacional llegó a Tacloban, donde los cadáveres se descomponen en las calles y las autoridades temen que se declare una epidemia.
En Tacloban apenas queda en pie un 30% de los edificios, la mayoría en situación deplorable, y hay toneladas de desperdicios por las calles después de que el tifón arrasara la localidad, con ráfagas de hasta 300 kilómetros por hora.
Para velar por la seguridad, hay desplegados 500 soldados y agentes y cuatro vehículos blindados Simba patrullan la ciudad.
Ante esta situación, se espera la llegada de ayuda internacional a la zona, adonde se dirigen el portaaviones USS George Washington, flanqueado por otros barcos de la Armada estadounidense, y el buque de guerra británico HMS Daring, mientras que Médico Sin Fronteras tiene un equipo en la región desde el sábado.


DESCOMPOSICIÓN
Por otra parte, el hedor de descomposición de los cadáveres ahoga la ciudad filipina de Tacloban, donde decenas de miles de supervivientes sufren la carencia de alimentos y agua tras el paso del tifón "Haiyan".
Las provisiones están llegando con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por el desastre natural, aunque las agencias nacionales e internacionales empezaron a desplegarse en la región.
Prácticamente nada de la ayuda internacional llegó a Tacloban, en la isla de Leyte, donde apenas queda en pie un 30 por ciento de los edificios, la mayoría en situación deplorable, y toneladas de desperdicios.
Un responsable local, que no quiso revelar su nombre, explicó que el Gobierno está preocupado porque los cadáveres, que permanecen en las calles hinchados, puedan desatar una epidemia, ya que se encuentran por todas partes.
Por su parte, Naciones Unidas instó a la comunidad internacional a enviar ayuda por valor de 224 millones de euros a Filipinas, cantidad que las agencias de la ONU llamaron a conseguir para la respuesta de emergencia durante seis meses.