DRAMA. Varios ciudadanos sirios abandonan la localidad de Hejeira después de que la Armada siria tomase la ciudad.

REBELDES INTENTAN RECUPERAR ESA PLAZA ESTRATÉGICA

Recrudecen los combates por ciudad siria de Alepo

Beirut/EFE

Las fuerzas gubernamentales sirias y los rebeldes libraron ayer feroces combates en la ciudad septentrional de Alepo y sus alrededores, en medio de una fuerte movilización de los insurgentes para frenar desde el este el avance de las tropas del régimen.
El portavoz de la brigada Deraa al Umma del opositor Ejército Libre Sirio (ELS) en Alepo, Abdalá al Asani, explicó que ambos bandos se enfrentan sin tregua en la mayoría de los frentes en esta localidad.
"Ha habido un movimiento de las tropas del régimen desde el aeropuerto militar de Nayrab, en el sureste, en dirección al oeste, por donde están tratando de expandirse, pero los rebeldes se lo han impedido", aseguró el portavoz.
Según su versión, los efectivos gubernamentales también intentaron avanzar desde la parte oriental de la ciudad a través del distrito de Hanano, pero los insurgentes los repelieron.
Al Asani destacó que la batalla más cruenta se libra en la base 80, adyacente al aeropuerto internacional de Alepo, cuyo control recuperaron las autoridades el pasado fin de semana tras pasar un año en manos rebeldes.
Allí, el Ejército leal al presidente sirio, Bachar al Asad, apoyado por milicianos del grupo chií libanés Hizbulá, se mide con combatientes del Estado Islámico de Irak y de Levante (Siria) y del Frente al Nusra, vinculados a Al Qaeda, y de otras facciones yihadistas.
En la base 80 tenía antiguamente su sede la guarnición gubernamental que se encargaba de la protección de los aeropuertos de Alepo y Nayrab, ambos bajo control del régimen.
El Estado Islámico publicó un comunicado en el que reconoce haber sufrido un gran número de bajas en los choques contra los partidarios del Presidente cerca de las instalaciones aeroportuarias.
También instó a todos los grupos a concentrarse en los frentes de batalla en Alepo "para expulsar al enemigo de los santuarios y las tierras del islam".
Seis de las principales organizaciones islamistas en esta población, excepto el Estado Islámico, hicieron un llamamiento a todas las brigadas opositoras para que acudieran "en defensa de Alepo y su periferia por la intensa campaña de las fuerzas del régimen".
En el interior de la ciudad, la lucha se desarrolló en inmediaciones de la mezquita de los Omeyas, en pleno corazón del casco antiguo, donde, según Al Asani, las tropas gubernamentales lanzaron barriles de explosivos.
En este lugar, las autoridades afirmaron haber matado a "un gran número de terroristas", como el régimen denomina a sus oponentes, según la agencia de noticias oficial siria, Sana.


INTENSOS COMBATES
Las hostilidades se intensificaron en Alepo la semana pasada cuando las tropas gubernamentales lanzaron una ofensiva para recuperar el control de la base 80.
Las fuerzas del régimen tomaron hace dos días el pueblo de Tel Aran y, en su avance desde el sureste, intentaron de forma infructuosa recuperar el control de la localidad vecina de Tel Hasel, ocupada por el Estado Islámico y el Frente al Nusra, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Por otra parte, el papa Francisco instó ayer a que "estas tragedias no ocurran más" tras la muerte hace tres días en Damasco de varios niños que regresaban de la escuela en autobús, mientras otros resultaron heridos por proyectiles de mortero, un hecho por el que sintió un "gran dolor".

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