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Como pez fuera del agua
Como pez fuera del agua
Rodolfo Mier Luzio.- La Armada de Bolivia tiene entre sus planes la construcción de dos hoteles de cinco estrellas en las ciudades de La Paz y Santa Cruz. En La Paz, el hotel llevará el nombre de “Estrella del Sur” y será edificado en los actuales terrenos del Club Naval, en el barrio de San Miguel, en la zona Sur; tendrá 23 pisos, una suite presidencial y un helipuerto. “Contará con todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas”, de acuerdo a las declaraciones del comandante de esa Fuerza. El segundo hotel, “Stella Maris”, será construido en la residencial zona de Equipetrol en la ciudad de Santa Cruz y con las mismas características que su similar en La Paz.
Pero eso no sería todo, la Armada Boliviana edificará un moderno complejo deportivo, además de viviendas funcionales para el personal militar, en La Paz. Otro proyecto a futuro es la construcción de la nueva Escuela de Sargentos de la Armada en Riberalta. Según el comandante, esa infraestructura contará con aulas, dormitorios, laboratorios, coliseo cerrado, piscinas, polifuncionales, frontones, cancha de césped sintético y otras dependencias.
Pero hay más, se mencionó que se adquirieron viviendas para el personal de la Armada, cada una dotada de tres dormitorios, una sala, una cocina, garaje y un baño.
Habría que preguntarse ¿cuáles son las obligaciones y las responsabilidades de la Armada Boliviana? Indudablemente, no es cumplir funciones propias de una inmobiliaria o de una empresa constructora. Cualquier actividad de esa Fuerza debería circunscribirse a cuidar nuestra soberanía en los cientos de ríos navegables que tiene nuestra patria o en el lago Titicaca, y a dedicar su tiempo a la instrucción militar de nuestra juventud.
Si no cumple las funciones específicas para las que fue creada, podría llegarse a la conclusión que no tienen mucho que hacer dentro de las Fuerzas Armadas o se estarían distorsionando las responsabilidades específicas en el ámbito militar. Cualquier ciudadano, en este caso, tendría el derecho de cuestionar las nuevas funciones que se propone llevar adelante la Armada, porque son nuestros impuestos los que sostienen a las instituciones militares.
Cuando los hoteles de cinco estrellas de 23 pisos, helipuerto y suite presidencial, expresada con énfasis, se construyan, habrán dejado de ser una Fuerza Militar, para convertirse en una empresa constructora y administradora de hoteles; en ese caso, podría llegarse a la conclusión de que los sargentos se convertirían en botones, los capitanes en recepcionistas y algún Almirante en gerente de los lujosos hoteles. El agua que conocerán será sólo la de las piscinas y para acordarse del mar, uno de los hoteles tendrá el nombre de “Stella Maris”, que significa estrella de mar; algo es algo.
Ahora la Armada Boliviana no navegará, y no tendrá nada que ver con su ambiente natural que debería ser el agua; tendría que sentirse contenta, como pez en el agua; más que nunca, fuera de él.
Por lo menos...esa es mi opinión.
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