Comparando titulares
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Gastón Solares Ávila.- La prensa, en los recién pasados días, se refiere a la aprobación de un crédito de 35 millones de dólares otorgado por el BID para la reconstrucción y modernización de la autopista La Paz-El Alto. También menciona un crédito de 135 millones de dólares para la restauración del patrimonio arquitectónico del centro histórico potosino, noticias que llenan de alegría.
En cambio, los titulares que se refieren a la Capital de Bolivia dicen que ha sido postergada la ejecución de la reconstrucción de avenidas, dentro de las que está la bien llamada Avenida de la Vergüenza. Titulares adicionales afirman que el alcalde insistirá en la reconsideración que frena una obra urgente, pero que el MAS y PAIS adelantan su rechazo. Qué pecado mortal habremos cometido los chuquisaqueños para tener autoridades incapaces de ponerse de acuerdo en base a argumentos técnicos y económicos.
No importa quién tiene razón y quién gane, lo importante y evidente es que la ciudad es la que pierde porque se cerrará otra gestión con un Sucre en ruinas, que crece con construcciones inconclusas que le cambian su aspecto radicalmente. Con razón alguien dijo que la causa de situaciones como esta es que hay muy pocos políticos desocupados.
En una reunión del Comité Custodio del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad de hace pocos días, para tratar los problemas del estado en que se encuentra, se analizó la causa de la proliferación de construcciones inconclusas que no es otra que el sistema impositivo que alienta a dejar las cosas a medias, castigando a quienes las concluyen, lo cual es una verdadera aberración.
Precisamente la sugerencia de revisar esa política vino de la Oficialía de Planificación Municipal que, con todo acierto, se refirió al tema. ¿Acaso no sería bien que los señores concejales, en lugar de formar alianzas para lograr sus objetivos partidarios y personales, se ocupen de estudiar esta problemática y de reformar el sistema actual para premiar a quien termine su construcción y castigar al que no lo haga? ¿Será muy difícil que en el momento de aprobar las nuevas construcciones, se exija demostrar el financiamiento que garantice su conclusión? Son, ciertamente, preguntas que se hacen los ciudadanos que no alcanzan a comprender las razones que les impide trabajar con lógica y eficiencia.
Resulta hasta irrisorio que sea el mismo Municipio que organice actividades para incentivar el turismo para mostrar una ciudad llena de basura, ya que simultáneamente a las promociones de este tipo, tuviera que percibirse por lo menos una acción que tienda a revertir la situación actual. Yo les confieso que cuando veo a los pobres turistas viajar en camión al Parque Cretácico, transitando la Avenida Quiroga Santa Cruz, me muero de vergüenza porque, además, está flanqueada de casetas clandestinas cuyo número aumenta cada día, como prueba de que en esta ciudad no existe autoridad ni ciudadanía capaz de reaccionar.
Se está organizando una presentación en la ciudad de La Paz que se denomina “Sucre, destino turístico”. Difícil misión para las agencias de viaje y para los operadores que tienen que promocionar una ciudad llena de riqueza arquitectónica y de grandes atractivos, pero que parece abandonada.
Lo que hace falta es una autoridad líder que tenga capacidad de coordinar con todas las entidades involucradas y persuadirlas para iniciar una campaña integral. No es posible que ELAPAS, por ejemplo, difunda un spot sugiriendo a los propietarios de inmuebles que coloquen tanques de plástico a gran altura, sin poner reglas para su ubicación que necesariamente tiene que ser en un lugar que no les permita ser vistos. Medidas aisladas no dan resultado porque los problemas no se resuelven, como es el caso de los basureros recientemente colocados que ya están destrozados, precisamente porque no se hizo una campaña previa y debidamente organizada.
Qué alegría causa leer titulares como los citados para Potosí y La Paz, mientras la pena, ira y envidia invaden a los ciudadanos chuquisaqueños que aman su tierra, que se sienten frustrados porque vamos en el camino directo que nos lleva a perder nuestro título de ciudad patrimonial. Llegará el momento en que la conciencia de quienes tienen el poder de decisión y de gestión no los dejará dormir, cuando sea demasiado tarde para cambiar de conducta.
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