LA NOTICIA DE PERFIL

Votantes en el exterior

Votantes en el exterior

Paulovich.- Mi pariente espiritual es una inteligente periodista, además de ser una próspera prestamista, pues está dotada de una gran intuición a la que llama “tinkazo”, como la gran mayoría de los cholos que vivimos y sufrimos en nuestro país.
Al llegar esta mañana a mi casa cargada de los periódicos más importantes del país, me comunicó que en éstos y sobre todo en las radios, la publicidad insistía llamando exageradamente a los bolivianos que viven en el extranjero a depositar sus votos en las Embajadas y Consulados de Bolivia.
La profusión de tales mensajes despertó sus sospechas de que en esas representaciones oficiales podía haber un gato encerrado.
Le contesté de inmediato que yo también había tenido el mismo “tinkazo” que ella, y hasta sentí un poco de bronca al escuchar que aquellos que se habían marchado del país (por diversas razones) seguían siendo bolivianos de corazón.
Buscando un camino razonable, la cholita cochabambina me dijo: Compadrituy, habrá unos pocos que sientan alguna nostalgia por el país en que nacieron y vivieron, pero de ahí a proclamar su vivo deseo de votar por un Presidente y un Vicepresidente de Bolivia me parece exagerado.
Escuché a mi comadre con atención y le manifesté que la mayor parte de los bolivianos que vive en tierras extranjeras siente nostalgia de nuestra tierra, pero muy pronto esa nostalgia queda reducida a una nostalgia gastronómica que suele desaparecer cuando en playas extranjeras surge una boliviana que fabrica salteñas o conoce los secretos de un fricasé boliviano.
Debo decir, no sin tristeza, que gran parte de los bolivianos en el extranjero son absorbidos por el ambiente, gozan de la nueva comida, entablan nuevas amistades y hasta se convierten en fervientes hinchas de los equipos de fútbol que brillan en su nuevo destino.
La perspicaz cholita de Quillacollo me dijo que los únicos bolivianos que sienten un verdadero deseo de votar por el dueto presidencial para Bolivia son aquellos que tuvieron que huir del país para salvar sus vidas, se exiliaron voluntariamente o fueron desterrados; esos sí quisieran votar en octubre, pero naturalmente no se acercan por las embajadas o consulados de Bolivia.
Por esas razones y muchas más, mi comadre Macacha y yo, que soy su más fiel admirador y uno de sus más distinguidos deudores, creemos que tras la figura de que todos los bolivianos tenemos los mismos derechos, se esconde un gran fraude electoral, porque los votos en el exterior serán emitidos en las Embajadas y Consulados, cuyo personal superior e inferior fue designado por el Presidente Evo y su Canciller y Yatiri principal, David Choquehuanca.
Mi comadre me dijo al despedirse: Ya veremos, compadre, que aquellos a quienes ahora se les llama “Bolivianos de Corazón” sumarán miles y todos votarán por los dueños del circo.