ENTRE COLUMNAS

Juegos anticonstitucionales... y peligrosos

Rodolfo Mier Luzio.- El nuevo Decreto Supremo 1802, promulgado por el actual gobierno, establece el pago de doble aguinaldo, tanto para el sector público como para el sector privado, con el objeto, dice: “...de implementar el nuevo modelo económico, orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien de la población boliviana...”, apoyándose equivocadamente en un Art 316 numeral 7 de la Constitución Política del Estado, que habla en general de “promover políticas de distribución equitativa de la riqueza y de los recursos económicos del país...” e ignorando otro artículo, el 49, parágrafo II de esa misma Constitución, que expresa clara y puntualmente que una ley (no un Decreto) “regulará las relaciones laborales” y se refiere a todos los derechos laborales, entre ellos, “aguinaldos, bonos y primas...”
Esta otra estrategia electoral del Gobierno, completamente demagógica y sobre todo inconstitucional, del doble aguinaldo, al que se lo llamó “Esfuerzo por Bolivia”, hace que el peso que significará ese millonario desembolso del Tesoro General del Estado caerá sobre los hombros de todos los bolivianos que ahora pagamos la campaña electoral oficialista. El sector privado también sería obligado a pagar ese doble aguinaldo “Esfuerzo por Bolivia”, que viene a ser el esfuerzo de quienes invierten en Bolivia para crear fuentes de trabajo y obtener ganancias con capitales, que a esta hora corren el riesgo de ser confiscados, como la anunciada “nacionalización” de una cementera privada nacional.
Los gremiales y los trabajadores independientes que no tienen aguinaldo se verán en la necesidad de obtener ganancias extras, haciendo subir los productos que comercializan, creando una burbuja económica que, al reventar, habrá creado una inflación de insospechadas consecuencias.
No señor, no se puede jugar con la economía nacional para satisfacer los deseos desesperados de mantenerse en el Poder, porque, ya lo dijimos, es un juego peligroso que puede obligar a la empresa privada a cerrar sus industrias y sus negocios; es decir, dejar en la calle a miles y miles de trabajadores, que ahora pueden, legítimamente, estar chochos de contentos con ese doble aguinaldo, sin darse cuenta que por unos pesos de regalo que les otorga el oficialismo, para gastarlos en unos días, pueden quedarse sin trabajo estable y sustento para siempre.
Es más, no se puede hacer una lectura de la Constitución al antojo del interesado y menos del gobernante. Tampoco es una norma interpretativa, sino de acatamiento obligatorio. Si a Maduro, como él dice, “le dieron un puño de hierro” para gobernar a punta de Decretos; aquí, los abogados funcionales, para golpear a la economía, no necesitan otorgar al ejecutivo un puño de hierro, basta con ignorar la Constitución y las leyes, porque piensan que todos los bolivianos somos unos ignorantes ejecutoriados y condenados a la zozobra del infortunado prebendalismo político.
Pero, es más, aparte de ser un Decreto (el del doble aguinaldo) que viola la Constitución, demagógico y electoralista, es discriminatorio, porque no reconoce ese “beneficio” a los jubilados, argumentando que “no contribuyen con su esfuerzo al desarrollo”, olvidando que ya lo han hecho durante toda una vida.
Por lo menos...esa es mi opinión.