LA NOTICIA DE PERFIL

Día de Acción de Gracias

Paulovich.- Luego de arreglar armoniosamente con mi Pariente Espiritual nuestro conflicto del Aguinaldo Doble, quedándose ella con mi bacinica de plata y mi guitarra, le pedí hoy que se quedara en mi casa a cocinar pues esta noche vendrían mis parientes a cenar, citando entre los principales a mi esposa (más conocida como la “hispanoparlante”, mis tíos Huevastián y Pelópidas, mi tía Encarna que vive en Cochabamba, mi tía Semáforo (llamada así porque a partir de las 10 de la noche nadie la respeta) y algunos parientes coladores.
La cholita cochabambina acogió mi pedido con agrado y me manifestó que prepararía para la cena un delicioso plato de ají de fideos, manjar que en su quechua nativo se llama “fidios-uchu”. Agradecí su propósito, explicándole a continuación que hoy se celebra en los Estados Unidos “el Día de Acción de Gracias” durante el cual se reúnen los miembros de cada una de las familias norteamericanas para dar gracias a Dios por los beneficios recibidos, cenando tradicionalmente un pavo al horno y sirviéndose de postre un pastel de calabazas.
La animosa cholita cochabambina aceptó mi pedido culinario y se dio a la tarea de complacer a mi familia reunida para dar gracias a Dios por todos los favores recibidos en el último año, menos la re-re-re-reelección de Evito y Alvarín.
En nuestra fiesta familiar hubo de todo, sobresaliendo las palabras emitidas por mi tío Pelópidas quien protestó por celebrar en nuestro país de quechuas y aymaras una fiesta que es típica de los Estados Unidos, replicándole mi tío Huevastián diciendo que en todas partes los dioses hacen favores a los hombres que los veneran y que es necesario agradecer a la Divinidad por esos favores recibidos.
Mi tío Pelópidas sostuvo a rajatabla: “Aquí en Bolivia el único que debería dar gracias a Dios es el presidente Evo pues sus dioses le han regalado un avión de lujo y acaban de obsequiarle unos cuantos aviones más para hacer carrera de avioncitos con sus Ministros”.
El pavo que la cholita Macacha nos sirvió estuvo de rechupete pues todos mis parientes se chuparon los dedos de las manos, menos mi tío Pelópidas que exigió un plato de “fidios-uchu” que le recuerda a su Cochabamba natal.
Yo tuve que hablar y agradecí a Dios por todos los milagros que hizo y hace con mi vida, siendo uno de los mayores prodigios ayudarme para escribir estando ciego y contando con la ayuda y colaboración de mi comadre cochabambina Macacha.
También agradecí a los Estados Unidos por haber aprendido allí a celebrar el Día de Acción de Gracias que me fue recordado oportunamente por mi amigo norteamericano y Encargado de Negocios a.i. de Estados Unidos en Bolivia, el señor Larry Memmott, y su esposa Tatyana Memmott.
La cholita que preparó nuestra Cena de Acción de Gracias, me dijo al despedirse y retornar a su casa: “A partir de ahora se celebrará el Thanks Given Day también en Quillacollo”.